Llamamos TIAMINA a la Vitamina B1, comprendida dentro del grupo del complejo B. Y en capricultura juega un importante papel como se verá adelante. A nivel de rumiante, se produce en la panza, pero como la cabra es un animal raro, pues no gusta de absorverla, en determinadas circunstancias.
ALGO DE HISTORIA. Empezamos a observar, que el rebaño caprino tenía problemas ante los cambios importantes en su hábitat. Al pasar animales que estaban en manejo extensivo (sueltas) a un confinamiento, secaban la leche muy rápidamente, muriendo las crías por falta de alimento. Si la cabra se encontraba preñada, por ahí a los 45-50 días producía el aborto (indiferente del tiempo de preñez). Al mes y medio-dos meses iniciaba un período de anemia que la llevaba a la muerte. En animales pequeños, tanto cabras como camuros, se presenta debilidad, postración, inclinación de la cabeza hacia atrás y muerte. Como se aprecia, el problema se presentaba grave. Hechos especiales llevaron a que los Técnicos del LABORATARIO DE INVESTIGACIONES MÉDICO VETERINARIAS del ICA, se metieran en el cuento, dando por resultado un baja sensible en la presencia de TIAMINA a nivel orgánico. Como rumiante, la cabra no puede dejar de producir esta vitamina, pero por circunstancias que desconocemos, no la absorbe, dando lesiones a nivel de cerebro, que no se presentan sino ante una baja en la presencia de la Vitamina B1.
Teniendo ya el diagnóstico, iniciamos los ensayos en los rebaños que se transportaban de un sitio a otro, especialmente si se tenían cambios significativos. Si el animal va de menos a más en su manejo, el problema disminuye, pero si va de buenas condiciones (para la cabra) a condiciones menos agradables, el problema se agudiza. Si pensamos que en el Cañón del Chicamocha se tienen los rebaños sueltos y cada cabra tiene una hectárea de terreno disponible y que de los diez mil metros cuadrados la pasamos a simples dos metros cuadrados, entendemos el estrés tremendo al que le estamos llevando. De otra parte, la alimentación sufre también un cambio muy brusco, pues de tener un manejo casi en su totalidad de ramoneo, la pasamos a una ración picada y en comederos..... El gusto para la cabra en su alimento es: coger la hoja directamente del árbol; cortar la rama y colgarla, para que la cabra coja la hoja; llevar estas ramas a las rameras y finalmente picar las ramas y ofrecerlas en los comederos. Como se ve por esta apreciación del Dr. Tomás Preston, llevamos a la cabra a los dos extremos en su gusto: de tomar la hoja del árbol a recibir la rama picada.
La cabra en su etología, gusta de hacer saltos por los peñascos (tan abundantes en el Chicamocha) y va de piedra en piedra, haciendo las "cabriolas" tan llamativas por lo espectaculares y hermosas. De este paraíso, pasa a un simple corral, cambio que le va a producir un gran estrés, que en últimas es la base del problema. Y aquí entra la TIAMINA como antiestrés. Esta vitamina desempeña un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos. Los granos enteros de cereales son ricos en tiamina, especialmente en el germen y en la cáscara de cada grano. (y....no es lo que botamos alegremente?). La más rica es la levadura de cerveza y a continuación el trigo. La situación se ha observado en cabras, llegando con frecuencia a la muerte. Pero se puede pensar que en ovinos, si bien la situación no es tan dramática sí es conveniente aplicar el medicamento cuando se genere un estrés grande. Comercialmente es más común el complejo B, que lógicamente tiene la tiamina, pero a dosis muy bajas. Lo mejor es conseguir la B1 pura, que también se consigue fácilmente a precios muy favorables, ya sea en la parte humana como en la veterinaria.
En varias ocasiones y ante la urgencia del caso, con los animales ya postrados, hemos aplicado el medicamento vía venosa, muy lenta, con muy buenos resultados. Pero definitivamente la vía es la muscular. Otra ventaja adicional es que viene en presentaciones pequeñas, frasco por 10 c.c. lo que facilita la operación, especialmente en el aspecto económico. Ante la gravedad del caso y el buen resultado del tratamiento, es tradición entre nosotros, al hacer un negocio, aplicar la dosis al momento de subir los ejemplares al camión. Antes que la plata, al bolsillo va la tiamina.
La dosificación que empleamos es de 300 miligramos en animales grandes y 100 en pequeños. Generalmente el producto viene con 100 miligramos por ml, tanto en veterinaria como en humanos; sin embargo Laboratorios Erma, la trae con 150 miligramos por ml, lo que la hace más económica. El tratamiento en la mayoría de los casos se hace por una vez; sin embargo, si se observase algún animal aislado del grupo, sin comer, se le debe hacer otra u otras aplicaciones.
Dentro del gran cuadro de estrés, tenemos el problema que el animal no come, precisamente porque la ración es totalmente diferente. En estos casos nos ha dado buen resultado el suministro de hoja de plátano, elemento de gran gustosidad para el animal. Se amarran las hojas fuertemente y se les cuelga, haciendo varios paquetes para colocarlos en sitios diferentes para que todos tengan la oportunidad de comerlas. Gradualmente se les irá colocando otras forrajeras de acuerdo a su aceptación.
Parece difícil de creer, pero en esto, las cabras más refinadas son menos sensibles a los cambios; mientras que las nativas sí son problema. Hay una razón lógica ya que las finas han sido desplazadas a varias zonas, se han cambiado en el manejo y la comida etc. Mientras que la nativa ha estado en una monotonía continua y todo cambio le es muy molesto. Aquí hay mucha tela para cortar.
Tremendo cambio es luego de estar sueltas, pasarlas a encierro.... Hacerles cambio alimenticio, como darles heno o ensilaje...cambios bruscos en el horario acostumbrado...cambios en el régimen de lluvias....el mismo cambio de obrero...Usted debe analizar cada situación y aplicar la Tiamina. Aproveche que su costo es muy bajo. Y recuerde, que si bien las camuras u ovejas son menos sensibles a los cambios, también agradecen una ayuda con la tiamina, cuando el caso lo amerite.
Pero por encima de todo no olvide cuando vaya a negociar animales, antes de la plata eche al bolsillo la tiamina. La dosis es muy sencilla: 300 miligramos en adultos y 100 en pequeños, vía intramuscular. Si su observación lo recomienda, puede repetir el tratamiento por dos o tres veces. En casos desesperados, puede emplear la vía venosa lenta, con sumo cuidado y buscando efectos más rápidos. Haga esto y de a su rebaño el bienestar que se merece y que llevará a que el bolsillo de más frutos, que es el deseo de todo ovicapricultor.