El hierro es un oligoelemento esencial, necesario para un crecimiento rápido y saludable de los lechones lactantes.
Estudios recalcan que al nacer tienen tan solo 35 a 50 mg de hierro, provisto a través de la leche de la madre. Un aporte que sólo cubre un 10% de su demanda diaria.
La suplementación de hierro a lechones vía oral o intramuscular suele ser la respuesta, aplicada en criaderos y granjas de cerdos. A través de ella, se corrige el desarrollo de deficiencia, y el riesgo de anemia en el lechón. Usualmente se suministra en una dosis de 200 mg a partir del 3er día de vida del animal.
Hay varias formas de administrar hierro al lechón. Aunque por medio de una inyección intramuscular limpia se garantiza un suministro preciso.
Se ha encontrado que la aplicación oral de hierro provee menores tasas de absorción y a un agotamiento más rápido de las reservas tras la dosis.
Otra duda recurrente sería ¿una sola inyección basta? Una sola por animal es una práctica muy común. No obstante, análisis demuestran que tan sólo una aplicación no es suficiente para garantizar un suministro adecuado. Pruebas controladas compararon lechones provistos de una sola inyección (día 3) y lechones con dos (día 3 y 14) y tres dosis (día 3, 14 y 21). Los resultados arrojaron que una dosis única conduce a niveles más bajos de hierro y un crecimiento más lento hasta el destete.
Condiciones para la suplementación de hierro a lechones
Al momento suministrar hierro, es fundamental cumplir con una serie de medidas:
La inyección, ya sea subcutánea o intramuscular, debe realizarse bajo supervisión de personal capacitado.
La manipulación del animal debe ser firme y segura, velando por su bienestar.
Hay varios lugares del cuerpo para inyectar al lechón, pero normalmente se recomienda administrar detrás de la oreja, en la extremidad posterior o en el pliegue inguinal.
En todo momento debe garantizarse la higiene para mantener seguros a sus lechones. Verifique que la zona a inyectar esté limpia y seca antes de administrar el hierro.
Las jeringas desechables suelen ser la mejor opción para administrar hierro al venir en paquetes estériles. Si se usa la jeringa más de una vez, debe enjuagarse completamente en agua caliente después de cada uso. Las agujas deben cambiarse después de cada camada, o cada diez tratamientos.