Actualmente en la Unión Europea las instalaciones deben ser diseñadas de forma que permitan a los animales desarrollar sus necesidades de comportamiento (punto clave respecto a la fisiología del bienestar animal). Por tanto, uno de nuestros últimos retos (productores y sus técnicos) es como adaptar los diversos sistemas de alojamiento (libre, confinado temporal, compartido) en parideras.
Fuente: El autorEl sistema de paridera de confinamiento temporal, que si bien es cierto, contribuye a reducir el estrés de las cerdas, todavía no se ha implantado completamente en todas las granjas españolas, debido a sus características y a la necesidad de adquirir más conocimientos y experiencia en cuanto a su manejo (tenemos muy poca información de granjas comerciales).
Todavía necesitamos aprender a gestionar este sistema para no solamente mejorar las condiciones de los animales, sino que también mantener y porque no incrementar la rentabilidad de las granjas. Todo y que es más que probable, debamos reducir el censo de madres si su implementación se condiciona al cumplimiento de la normativa.
Fuente: Pere Taradellas Unas cuantas observaciones:
a) Las cerdas necesitan construir un nido entre 16 a 24 horas antes del parto (necesita espacio y material manipulable). b) Si somos papaces de crear un ambiente más favorable para ellas, producirán menos cortisol (menos estrés) y, por tanto, las descargas de oxitocina durante el parto serán más óptimas. c) No solamente la expulsión de los fetos, sino que también la producción láctea se verá beneficiada si permitimos a las cerdas cumplir con sus necesidades de comportamiento (a pesar de no haber estado nunca en libertad). d) Por otra parte, debemos tener en cuenta que, en las parideras, donde la cerda puede moverse con mayor libertad, los lechones deben estar bien protegidos.
Fuente: Pere Taradellas.
Unos cuantos interrogantes
Actualmente este sistema genera unos cuantos interrogantes tales como:
1. Manejo de las cerdas agresivas, poco maternales o muy activas.
2. Espacio libre.
3. Gestionar el estrés térmico.
4. Tipo de suelo.
5. Higiene de los corrales y de la cerda.
6. Material manipulable.
7. Sistema de alimentación.
8. Dificultades de manejo alrededor del parto y tiempo extra necesario (procesamiento de los lechones).
9. Seguridad del personal.
10. Costes de producción adicionales.
1.- Manejo de las cerdas agresivas, poco maternales o muy activas.
La escasa experiencia que se tiene hasta hoy, nos hace pensar, que hay un importante componente genético (aún es muy pronto para determinar que razas pueden desarrollar actitudes más positivas) además del comportamiento individual, que pueden influir en cuanto a la reacción de las cerdas frente a un parto y posterior lactación en semi libertad.
a) A falta de datos más concluyentes, tenemos que: Todas las razas, como es lógico, poseen un gran instinto de protección, hecho que las lleva a ser en ocasiones muy agresivas con los operarios. En cuanto a su relación con los lechones es todo lo contrario, suelen ser más afectuosas (dependiendo su experiencia individual y/o número de partos). Por otra parte, el nivel de rusticidad contribuye en gran manera a su actitud defensiva delante un potencial predador. Posiblemente con este sistema se tenga que replantear los parámetros de selección para definir la “habilidad materna” necesaria para contribuir de forma más positiva a este nuevo sistema de manejo.
Para ejemplarizar lo mencionado anteriormente os dejamos los siguientes datos:
1. Duroc o un cruce de esta: Presentan un gran instinto de protección, hecho que las lleva a llegar a ser agresivas con los operarios. Comentarios como este: “estuve a punto de ser mordido por la madre que protegía a sus crías (habían pasado varios días después del parto)”, son frecuentes en razas más rústicas.
2. La típica F1 (Ld x Lw): En principio, por lo que comentan productores con este sistema, en general no suelen dar más problemas de los esperados con los operarios (todo y que suelen ser estar más nerviosas). Salvo las cerdas de primer parto (más agresivas incluso con sus crías)
3. Hiperprolíficas: En alguna granja me han comentado que pueden presentarse episodios donde las cerdas (muy tranquilas y poco agresivas) se asustan, posiblemente por el diseño de la paridera, escasa iluminación, poca visibilidad.
Esto debido a que se necesita, por lo general, colocar las divisiones entre parideras y pasadizos más altas para que no se peleen o salten, y les cuesta mucho entrar a la paridera.
Frente a este escenario de momento, a falta de encontrar otro sistema (por ejemplo: lactaciones compartidas) para gestionar los posibles accidentes, incluso laborales, no es posible permitir los partos libres (mínimo abrir las cerdas 24 horas post parto).
2.- Espacio libre.
A pesar que aún no está definida la superficie libre para la cerda y sus crías (se habla de: 6,25;6,50; 7,50; 8 m2), no es muy difícil suponer que también este factor influye de una forma directa sobre el comportamiento zootécnico de los animales alojados.
Fuente: Pere Taradellas.
Recordar de dónde venimos: parideras más estrechas donde su principal inconveniente es la falta de espacio que puede provocar y provoca, conjuntamente con el elevado número de lechones, muchas bajas por aplastamiento tanto en los primeros como en los últimos días de permanencia en la jaula. Por otro lado, en las parideras de confinamiento temporal, también se ha observado un índice significativo de lechones aplastados. Este hecho se relaciona con el “excesivo” espacio disponible (debido al diseño de la jaula en parideras abiertas). Incluso se plantea que aumente el riesgo de aplastamiento respecto al sistema convencional. Se ha observado que en ocasiones puede llegar a ser el doble, cuando los lechones recién nacidos tienden a permanecer cerca de la madre. Aunque no siempre suele considerarse como un problema crítico el posible exceso de espacio en este tipo de parideras.
Por otra parte, la dificultad de acceder a la ubre de la madre si esta se estira apoyándose contra el lateral de la jaula con las patas hacia la pared (puntos negros), puede afectar y afecta al consumo de calostro, inclusive el porcentaje de aplastamientos. Este punto también depende evidentemente del diseño (orientación, colocación de accesorios adicionales, ventilación, etc.) de la paridera.
3.- Gestionar el estrés térmico.
Teniendo en cuenta que en las salas parideras debemos mantener los microclimas (madres y lechones). Normalmente en verano se suele parar o desconectar todos los sistemas de calefacción, y en las granjas que se lo pueden permitir se ayudan con los coolings. También en este caso (más espacio libre) suelen presentarse aplastamientos, inclusive de lechones entre 15 a 21 días de edad. Buscando la frescura de los slats y las corrientes de aire, los lechones se quedan dormidos al centro del corral, por lo que pueden ser aplastados por sus madres. De todas maneras, como es lógico suponer, las granjas modernas (mejor diseñadas) suelen dar menos problemas.
4.- Tipo de suelo.
Evidentemente, el tipo de suelo más utilizado (por no decir el único) es el que se gestiona mediante slats. Fundamental para evitar humedades y, por tanto, accidentes, sobre todo con las madres. Inclusive este tipo de suelo favorece la circulación del aire que de esta manera contribuye a la ventilación (renovación de aire) tan necesaria a este nivel de producción (intensiva). No he visto ningún sistema que utilice suelo continuo, sería un suicidio sobre todo si no se gestiona bajo el sistema de cama caliente. Sí que últimamente comenzamos a pensar en suelos con paja (cama caliente), pero entonces estaríamos hablando de otro sistema de producción, método que hasta hoy no nos podemos permitir. En España contamos con más de 50 mil granjas, ¿de dónde sacamos toda la paja que necesitaríamos? Inclusive si solamente utilizamos en las parideras. Es completamente inviable.
Fuente: el autor.
5.- Material manipulable.
Sobre este tema, teniendo en cuenta que ya han pasado 20 años de la instauración de la normativa de bienestar animal, y aún no sabemos cuál es el material manipulable más práctico, eficiente y que cumpla con la necesidad de favorecer el desarrollo de las necesidades de comportamiento; en este caso de los lechones y sus madres. Y, por otra parte, siendo plenamente conscientes de los muchos problemas directos o indirectos que puede provocar el uso de la paja, entre otros, la dificultad de conseguir una limpieza y desinfección adecuadas, el costo de la misma (si la tenemos o la podemos conseguir fácilmente), así como el tiempo que se deberá emplear para su administración paridera por paridera, sin olvidarnos la posible contaminación de la misma con Salmonela, etc.
Fuente: El autor De momento se hace como se puede. Todo y que los granjeros consideran innecesario (la gran mayoría no utilizan), de aquí que hemos podido observar que la gran mayoría entran las cerdas a las parideras, como ordena la normativa (7 días antes del parto) pero en algunas granjas mantienen las cerdas en libertad hasta el día anterior al parto (ayuda sobre todo a que las primerizas se tranquilicen). Por tanto, una de las necesidades de comportamiento y justificación del uso de este tipo de parideras, como es la necesidad de fabricar el nido, no se está facilitando (no es viable en nuestro sistema intensivo). Inclusive en las cerdas que están libres antes del parto se manifiestan muy pocas actividades de construcción del nido (seguramente tenemos muy pocos datos/no hay mucha experiencia).
Fuente: El autor. Lo más frecuente (los que la utilizan) es colocar en una especie de dispositivo dispensador incorporado a la paridera, una cantidad ínfima de paja que en mi experiencia no contribuye a conseguir que la cerda construya su nido. Como alternativa los productores suelen utilizar bolsas de rafia (yute) que funcionan bastante bien como material manipulable.
Teniendo en cuenta que, en nuestro sistema de confinamiento actual, es francamente imposible dejarlas parir en libertad total (mordidas, aplastamiento, hipotermia, falta de encalostramiento, agresiones a los operarios, etc.). Surgen otros interrogantes, ¿cuándo debemos cerrar en la jaula a las cerdas? ¿Cuándo ingresan a la sala paridera 7 días antes del parto, como obliga la normativa? o ¿un día antes? o ¿el mismo día del parto? Si la finalidad es para que pueda hacer el nido.
6.- Higiene de los corrales y de la cerda.
Se entiende que depende mucho del tipo de suelo, el manejo diario, inclusive de la época del año o de la temperatura de la sala.
Fuente: Pere Taradellas Antes del parto, y el mismo día, se realiza la limpieza de la parte posterior de la cerda. Después... nada más. Los lechones y su madre, hacen caer las heces por el slat al pisarlas y no se ensucia porque hay mucho espacio. “Al destete el corral parece lavado. No queda nada, la cerda y los lechones pesados hacen el trabajo de limpieza”. Vieira Tucci (2021). Comentar que dependiendo la superficie libre que le otorguemos a las cerdas, podemos generar el problema de que ellas no sean capaces de diferenciar la zona limpia de la zona sucia (superficie muy estrecha, por ejemplo: 4,50 m2). Como puede pasar cuando dejamos el mismo espacio de una paridera convencional y únicamente abrimos la jaula. También se utilizan los secantes comerciales que nos aseguran eliminar las humedades y sobre todo reducir las posibles bajas por hipotermia, siempre y cuando tengamos controlada la administración de calostro.
Un dato importante a tener en cuenta es que cuando llega el verano (calor, humedad, ventilación) suele haber más problemas para que la cerda “respete” la zona limpia de la zona sucia (se altera todo).
7.- Sistema de alimentación.
Se siguen utilizando los dos sistemas tradicionales (manual y mecánico), evidentemente el sistema manual lo utilizan las granjas donde se ha instalado la paridera “libre” como prueba piloto (unas pocas plazas) y el sistema mecánico (auto regulable puede ser una buena opción), inclusive de precisión en granjas de mayor tamaño (nueva construcción). Lo que si se está observando es que se reduce de forma evidente el porcentaje de cerdas que pierden el apetito porque son nerviosas, porque se estresan al cambio de alojamiento (vienen de patios), especialmente en cerdas primerizas. Las cerdas en este sistema suelen tener menos problemas de estrés, por tanto, menos problemas en cuanto a producción de cortisol, menos estreñimiento que pueda provocar partos más largos, distocias, síndrome MMA, que comprometa no solamente el parto, sino que también el aporte diario de leche (riesgo de aplastamientos). De todas maneras, sí que es recomendable no solo en este sistema, sino que también en el convencional ajustar las formulas del pienso, o utilizar piensos peri parto (mejor digestibilidad, más fibra, más energía) o utilizar alimentos complementarios (productos comerciales) que nos permitan reducir el estrés y a la vez un mejor aporte nutricional para el trabajo del parto.
En lo referente a los lechones, donde se les brinda alimento por lo general a partir de los 4 o 5 días de nacidos, se aprovecha los espacios que quedan protegidos por el armazón de la jaula cuando esta queda abierta o también el nido, para colocar los bebederos y los platos.
Fuente: El autor
8.- Dificultades de manejo alrededor del parto y tiempo extra necesario (procesamiento de los lechones).
Si la cerda está encerrada no hay más problemas que los típicos de una jaula convencional siempre y cuando mantengamos las cerdas en la jaula entre 3 y 7 días post parto (mínimo 24 horas). En este punto creo que, si mantenemos las cerdas libres hasta el día del parto, inclusive podríamos intentar dejarlas parir con la jaula abierta. Evidentemente previa sociabilización con los operarios, los mismos que deberían realizar visitas periódicas 3, 4 o veces más al día. Para conseguir la confianza de la cerda y de esta manera reducir o minimizar las posibles agresiones a los lechones, y sobre todo a los trabajadores. Sería interesante plantearnos hacer pruebas al respecto.
Fuente: El autor. Evidentemente, este sistema requiere de mucho más tiempo invertido en el control y manejo (auxilio) de los lechones, cada vez que se requiere realizar alguna intervención en las cerdas (vacunar, medicar, medir grasa dorsal) la cerda se tiene que encerrar, lo mismo pasa con los lechones.
9.- Seguridad del personal.
“Las personas siguen siendo el factor que más contribuye a los resultados de Bienestar Animal, por lo que es importante que se desarrolle una relación humana positiva con las cerdas desde la fase de recría. Este es un factor crítico que a menudo se pasa por alto, pero que facilita el manejo durante el parto y la lactación con resultados positivos sobre el rendimiento y Bienestar”. Baxter (2023).
Teniendo en cuenta lo antes mencionado, resulta poco menos que preocupante que no se haya tenido en cuenta la seguridad del personal que se ocupa del cuidado de los animales, personal que según nuestra experiencia debe incrementar sus ingresos dentro de la coralina para ayudar a los lechones que se quedan “dormidos o perdidos” (exceso de espacio) fuera del nido, apoyados en los rincones, evidentemente los primeros días post parto.
De momento la estrategia utilizada para minimizar las posibles agresiones inclusive entre las madres, es jugar con la altura de las divisiones, paredes de las corralinas, y pasadizos.
Fuente: Pere Taradellas
10.- Costes de producción adicionales
Este tema lo hemos dejado para el final, porque es muy importante que entendáis todos los factores técnicos que intervienen en el proceso de adaptación de las granjas, y por tanto todos los esfuerzos (humanos y económicos) que deberemos hacer cuando se nos imponga este tipo de parideras por ley. Estoy de acuerdo con esas voces de dentro y fuera de España que comentan que ahora mismo somos un referente mundial en bienestar animal (porque es muy cierto). Sí, pero cuidado, según estudios (ponderados con precio base 2021) realizados por las interprofesionales del porcino de varios países de la unión, incluido España:
Una granja de nueva construcción con una paridera de 6 m2 el incremento de euros por lechón sería de 2,39 €, pero si la superficie es aún mayor como por ejemplo de 7,8 m2, el incremento se nos va a 3,06 €. Pero si tomamos en cuenta las granjas actuales (reformas, perdida de censo, nivel sanitario, etc.) con las mismas superficies 6 m2 y 7,8 m2. El incremento del costo asciende a 8,22 € en el primer caso y 9,51 € en el segundo.
No sé para vosotros, pero me parece que pagaremos un precio excesivamente alto para lucir el cartel de referentes en bienestar animal.
De momento en cuanto al comportamiento de los índices productivos registrados (muy pocos datos contrastados) podemos comentar que por ejemplo el porcentaje de mortalidad de lechones por aplastamiento dependiendo el diseño y el grado de profesionalidad del personal, es más o menos igual o ligeramente mayor (en algunas granjas el doble) que en las parideras convencionales. Datos obtenidos a partir de encuestas que hemos realizado a los pocos productores y técnicos (que nos han colaborado) que han optado por hacer pruebas y/o implementar estos nuevos modelos de parideras en sus granjas.
Conclusiones
Está muy claro que si no fuera por la presión normativa (Unión Europea) los productores no utilizarían este sistema como alternativa para mejorar la productividad. Es evidente que si se solucionan los problemas de “diseño” se podría llegar a niveles de aplastamiento similares a las jaulas convencionales.
Los ganaderos son conscientes de que el sistema de confinamiento temporal puede ayudar a la cerda en el peri parto, tanto a mejorar sus niveles de adaptación (reduce el porcentaje de cerdas nerviosas, que no comen, etc.), como en la posterior recuperación del trabajo del parto. Las cerdas se recuperan mejor, y esto mejora su lactación y posteriores ciclos productivos.
Visto lo visto, no debemos esperar a que nos pase como con las gestaciones colectivas, si bien es cierto volvemos a recurrir al dinero de los productores (por obligación a cambio de nada) para aprender la mejor manera de gestionar este sistema. Hay muchos detalles que no debemos dejar únicamente en los industriales (fabricantes de equipamiento) la resolución o proyección de los posibles problemas que su implantación nos genere. Como, por ejemplo, los riesgos laborales a los que los operarios se verán expuestos.
No debemos dejar pasar otros 20 años para saber cómo gestionar estas parideras, como ha ocurrido con las gestaciones colectivas. Debido a las grandes inversiones tanto materiales como económicas que su adaptación exige, necesitamos períodos de carencia (moratorias) racionales, plazos que nos permitan mantener la productividad de las granjas y la competitividad como país productor (comercio interno y externo) si la adaptación de este sistema finalmente es de obligado cumplimiento. Sobre todo, para aprender a gestionar estos sistemas.
Los productores deben beneficiarse de las bondades de éste sistema. Y no únicamente verse obligados a hacer una inversión económica muy alta simplemente para cumplir con la normativa. Las granjas no son parques temáticos, son empresas que generan y deben seguir generando riqueza ambiental, social y económica. En definitiva, eso a lo que llamamos sostenibilidad.
Literatura revisada
- Baxter M. (2023) Operación supervivencia neonatal Reducción de la mortalidad en sistemas de parideras alternativas. PorciForum.
- Beltran E. Jacho López M (2019) Mortalidad pre y post natal en lechones. Curso de formación continuada. Revista Suis. ISSN 1699-7867.
- Jacho López. M (2020) Retorno al futuro: Parideras de confinamiento temporal (parideras libres). Engormix.
- Higuera M. (2023) Últimas novedades e impacto para el productor de las nuevas normativas de bienestar animal. 3tres3 – Elanco. https://www.3tres3.com/eventos/impacto-productor-bienestar-animal/in
- Vieira Tucci T (2021) Reportaje: maternidades con confinamiento temporal en una granja italiana. 3tres3. https://www.3tres3.com /es-ar/articulos/reportaje-granja-de-cerdas-con-maternidadeslibres-en-italia_3460/