La alimentación animal está cada vez sometida a más controles, lo cual es sin duda bueno porque el objetivo es velar por la salud de los animales y consecuentemente por la salud pública. Son muchos los riesgos que se deben prevenir y controlar: proliferación bacteriana , fúngica, micotoxinas, contaminaciones cruzadas originadas en el propio circuito de fabricación, recontaminaciones, etc. Nosotros llevamos más de 25 años implantando planes de bioseguridad en plantas de alimento balanceado de Europa y de muchas otras partes del mundo y es la única manera de controlar de forma eficaz y rentable los riesgos existentes. Todas las plantas que quieran sobrevivir deberán implantar su plan de bioseguridad, estamos en una sociedad que demanda alimentos seguros y de calidad.