Sabemos que muchos de los hábitos de consumo, comportamiento e intereses que identifican de manera general a cada generación son en gran medida influenciados por eventos específicos de alto impacto que “de un día para el otro” cambian paradigmas, creencias, prioridades, estilos de vida, etc., e influyen de manera especial en los más jóvenes. Por dar un ejemplo, aquellos que nacieron después de los ataques a las torres gemelas, han vivido con un concepto de seguridad mundial muy distinto a la generación X y Baby Boomers. Los Milennials (quienes por cierto ya no son tan jóvenes) fueron marcados por la explosión tecnológica, la velocidad y omnipresencia en las comunicaciones, todo tiene que ser rápido y al alcance de un clic; al mismo tiempo, tienen un concepto de bienestar y felicidad muy distinto a las generaciones anteriores. ¿Cómo será que el Covid-19 marque a los Centennials o Generación Z?, ¿cuáles los cambios en hábitos de consumo de alimentos que se visualizan en los consumidores en general?, ¿cuáles las prioridades?
Por obvias razones la cuarentena está afectando significativamente nuestras prioridades y hábitos. De acuerdo con una encuesta realizada a principios de mayo por la firma McKinsey & Company, los consumidores no creen que vayan a reducir las actividades en persona después de la crisis, pero se dicen dispuestos a continuar utilizando algunas de las soluciones digitales que están adoptado durante la cuarentena.
La firma Mintel, especialista en investigación de mercados globales, en su reporte “Global Food and Drink Trends 2030” señala los aspectos generales que los consumidores tomarán en cuenta al momento de elegir qué comer. Comparto aquí lo que me pareció más relevante para tomar en cuenta en el futuro de la industria de proteína animal:
Los consumidores preferirán marcas con consciencia medio ambiental, cuidado del planeta, sustentables, y que promuevan programas para el bienestar de la población. Lo que los consumidores buscarán será tener la consciencia tranquila y querrán asegurarse de que sus alimentos provienen de empresas ambiental y socialmente responsables.
La reducción del desperdicio es un aspecto crucial.
- Dietas inteligentes (“Smart diets”)
La tecnología permitirá al consumidor diseñar una alimentación híper-individualizada.
Se visualiza como la importancia de la recolección de datos individuales que, a través de la tecnología, el consumidor podrá saber cómo alcanzar sus requerimientos biológicos.
El estilo de vida saludable será lo que dirija las preferencias. Al mismo tiempo, los consumidores preferirán tomar en cuenta la información basada en ciencia y buscarán mantener el equilibrio biológico, conforme se vayan entendiendo mejor las conexiones entre la microbiota, la salud intestinal, el cerebro, etc.
- Agricultura de alta tecnología
Los consumidores aceptarán en mayor medida la ciencia y la tecnología que garanticen los alimentos sanos, seguros y nutritivos.
En términos generales, lo anterior es lo que algunos expertos en marketing de consumo visualizan en el futuro del consumo de alimentos. Para nuestra industria y nuestra región, esto aún se ve a años luz de distancia, por ahora hay muchas otras problemáticas que atender, como la crisis de seguridad alimentaria, especialmente en América Latina, de acuerdo con información publicada por la FAO y sus representantes para la región, a través de sus cuentas de Twitter.
Por otro lado, los productores de proteína animal a pesar de la situación económica tan retadora que están viviendo por la reducción en precios de sus productos, consecuencia de la baja de demanda y, aunado al encarecimiento de insumos por la devaluación de las monedas frente al dólar, han comunicado y ratificado su compromiso por garantizar el abasto.
Con este escenario es que estamos entre que un mayor número de familias no tendrán qué comer y otros que seguramente se verán obligados a reducir sus niveles de producción - en el mejor de los casos- o simplemente bajar la cortina por no estar en posibilidades de soportar las pérdidas económicas de la empresa.
En fin, cuando sea que se pueda, pero considero importante ir visualizando las tendencias de consumo que tarde o temprano serán una realidad.