Introducción
El sistema de cama profunda es una alternativa viable en la producción porcina (Sus scrofa ferus) a pequeña escala, que sin duda contribuye al incremento de la producción de carne de cerdo en países en desarrollo con un mínimo impacto ambiental [14], y se define bajo el concepto de proveer al animal la habilidad de seleccionar y modificar su propio micro ambiente a través del material de la cama [8]. Este sistema consiste en la producción de cerdos en instalaciones donde el piso de concreto se sustituye por una cama de 50-60 cm de profundidad que puede estar constituida por heno, cascarilla de arroz (Oryza sativa) o de café (Coffea arabica), hojas de maíz (Zea mays), bagazo de caña de azúcar (Saccharum officinarum), paja de trigo (Triticum aestivum), paja de soya (Soja max), una mezcla de varios de estos materiales bien deshidratados, entre otros [1]. Es un sistema muy económico pues permite reciclar instalaciones en desuso o construir instalaciones nuevas empleando materiales localmente disponibles [3, 4, 11]. Genera un ahorro considerable de agua, y es además un sistema amigable con el medio ambiente por la baja emisión de residuos, la reducción considerable de malos olores y baja presencia de moscas (Drosophila melanogaster) [10]. Con la utilización de esta tecnología las deyecciones animales sufren un compostaje “in situ”, reduciendo los riesgos de contaminación y se obtiene un fertilizante orgánico de excelente calidad para su uso en agricultura [8].
El objetivo del presente trabajo fue evaluar el sistema de cama profunda en la ceba de cerdos a pequeña escala en las condiciones tropicales de Cuba.
Materiales y métodos
Se utilizaron 72 cerdos (machos castrados y hembras) de la raza YL (Camborough) de aproximadamente 21 kg de peso vivo y 75 días de edad como promedio, distribuidos al azar en dos tratamientos (T1, cama profunda de heno de gramíneas y T2, piso tradicional de concreto sólido) con cuatro repeticiones por tratamiento. Los animales se alojaron en un galpón techado de estructura metálica dividida en ocho corrales de 13 m2 cada uno, cuatro corrales de piso de tierra con cama profunda (T1) y cuatro de piso de concreto sólido sin cama (T2) a razón de nueve animales por corral, para un espacio vital de 1,4 m2. La cama se ubicó a 40 cm por debajo del nivel de la tierra para alcanzar una altura final de 55 cm, el muro contentivo está hecho de bloques colocados de forma tal que se garantizan espacios libres para la entrada del aire que se genere en la cama. Se ubicaron respiraderos a 30 cm del fondo de la cama para su reventilación y garantizar la salida de gases. Los animales de ambos tratamientos consumieron un alimento balanceado (TABLA I) basado en harina de soya y maíz con un 30% del subproducto cubano del trigo (subproducto de la molinería del trigo en la Industria alimenticia de Cuba) y miel enriquecida de caña de azúcar en una dilución con agua (25:75%) para simular un guarapo que se adicionó al pienso hasta obtener una papilla. El alimento se ofreció en comederos lineales, y el agua a voluntad mediante bebederos automáticos tipo tetina de la marca Rotecna fabricados en España, al lado de los comederos con drenaje hacia fuera de la instalación para evitar derrames de agua hacia la cama y hacia el comedero. Los animales se pesaron al inicio y al final de la fase experimental.
Fueron evaluados los rasgos de comportamiento productivo: peso inicial (kg); consumo de alimento (kg/día), ganancia media diaria (g/día), conversión alimentaria (kg alimento/ kg ganancia) y peso final (kg), las características de la canal de los cerdos sin la cabeza: espesor de grasa dorsal (mm) y rendimiento de la canal (%), así como los índices de salud: morbilidad (%) y mortalidad (%) mediante un modelo matemático de clasificación simple y se aplicó análisis de varianza acorde [13].
Se realizó una evaluación química según la Asociación Americana de Salud Pública (APHA) y microbiológica acorde [2] del material usado como cama al inicio y final del experimento. Como variables ambientales se determinó el número de moscas en cada tratamiento según metodología descrita por Cruz-Vázquez y col. [5] y se aplicaron los estadígrafos simples de posición (media, varianza y desviación estándar) para el análisis estadístico. La emisión de dióxido de carbono y metano se midió durante seis días en ausencia de animales, utilizando un analizador de biogás portátil modelo GA 45 hecho en Inglaterra. Se registró diariamente la temperatura ambiental y de la cama a 30 cm de profundidad, en los horarios de 9:00 a.m.; 1:30 p.m. y 4:00 p.m., con un termómetro digital portátil modelo Anritsu hecho en Japón. Se controló el volumen de agua de limpieza utilizado durante el experimento a través de un metro contador de agua modelo OSK M801424 hecho en Cuba y se cuantificó el volumen de heno de gramínea empleado en este sistema. Los resultados microbiológicos fueron transformados a Log10 X+1 y para el procesamiento estadístico de los parámetros químicos y microbiológicos se aplicó análisis de varianza [13].
Resultados y discusión
La TABLA III muestra los resultados obtenidos en la evaluación de los rasgos de comportamiento de los cerdos alojados en el sistema de cama profunda y en piso de concreto sólido.
Sólo se hallaron diferencias significativas (P<0,05) para el consumo y la conversión alimentaria. Los cerdos alojados en cama profunda manifestaron un menor consumo de alimento al compararlos con los cerdos alojados en piso de concreto, estos resultados concuerdan con los obtenidos por Arango y col. [3], Honeyman y Harmon [9]. Este comportamiento puede estar relacionado con un mayor requerimiento energético de los cerdos alojados en piso de concreto sólido debido a que debían moverse más por la ubicación del comedero y bebedero, a diferencia de los criados en cama profunda que tenían el bebedero junto al comedero. Otra causa es sin dudas el incremento de la necesidad de los cerdos estabulados en piso de concreto sólido de producir mayor calor metabólico para el mantenimiento de la temperatura corporal, mientras que los animales de la cama no presentaron este problema por el calor que le brinda el heno de la cama. También es de señalar que los cerdos alojados en cama profunda consumen ciertas cantidades de cama que se incorporan como fuente de fibra a la dieta.
La conversión alimentaria fue mejor para los cerdos alojados en el sistema de cama profunda, lo que evidencia un mejor aprovechamiento del alimento por parte de estos animales. Guy y col. [7] refieren similares resultados al evaluar tres sistemas de alojamiento para cerdos: a campo, cama profunda y estabulado convencional. Sin embargo, no se obtuvieron diferencias significativas para la ganancia media diaria y el peso final, resultados que no concuerdan con los obtenidos por Honeyman y Harmon [9] pero sí con los obtenidos por Arango y col. [3] al evaluar el sistema de cama profunda y piso de concreto como sistemas de alojamientos para cerdos en crecimiento- ceba.
Las características de la canal de los cerdos alojados en cama profunda y en piso de concreto se exponen en la TABLA IV. No se hallaron diferencias significativas (P>0,05) para el espesor de grasa dorsal y el rendimiento de la canal de los cerdos en ambos sistemas de alojamiento, comportamientos similares a los obtenidos por Gentry y col. [6], Honeyman y Harmon [9].
Sin embargo, Lamblonm y col. [11] reportaron mayores rendimientos en la canal de los cerdos alojados en el sistema de cama profunda con respecto a los cerdos criados en un sistema a campo.
La TABLA V resume los resultados obtenidos para la mortalidad y morbilidad durante el experimento. La morbilidad estuvo asociada a procesos respiratorios, la mayor incidencia en la crianza en piso de concreto estuvo influenciada por la humedad que genera este sistema de alojamiento debido a la limpieza diaria con agua.
La composición química y microbiológica de la cama utilizada durante el experimento se refiere en la TABLA VI. Se evidencia un incremento del nitrógeno total y del fósforo al final de este ciclo de crianza, nutrientes esenciales para el uso posterior de esta cama como fertilizante orgánico. No hubo presencia de Salmonella spp. y huevos de helmintos, por lo que la calidad sanitaria de la cama al final del estudio garantizó continuar el segundo ciclo de crianza.
El número de moscas en el sistema de cama profunda disminuye considerablemente con respecto al estabulado tradicional (TABLA VII). Este aspecto es de suma importancia en la higiene ambiental de las explotaciones porcinas e influye considerablemente en la bioseguridad de las granjas por la amplia gama de enfermedades asociadas a estos vectores.
Los valores obtenidos en la emisión de dióxido de carbono y metano se observan en la TABLA VIII, siendo 0,39 y 1,11%, respectivamente. Estos resultados no son relevantes y concuerdan con los obtenidos por Nicks y col. [12], al evaluar la emisión de gases de dos camas profundas en la ceba de cerdos, una utilizando aserrín y otra de paja, como materiales de cama.
La temperatura ambiental durante la experiencia fue de 34,1 ± 2°C y se registró 55,6 ± 1°C a 30 cm de profundidad de la cama.
Durante este ciclo de crianza se utilizaron 177 m3 de agua para la limpieza diaria de los cerdos y corrales de piso de concreto sólido, esto representa un ahorro de 46,38 litros/animal/día al implementar el sistema de cama profunda en la crianza porcina.
Se utilizaron 3 780 kg de heno de gramínea para el montaje y mantenimiento de la cama durante el experimento, lo cual equivale a 7 kg de heno/cerdo alojado/semana.
Conclusiones
Los rasgos de comportamiento productivo de los animales en el sistema de cama profunda son similares a los alcanzados en el sistema de crianza sobre piso de concreto sólido.
Las características de la canal de los cerdos son similares en ambos sistemas de crianza.
Se produce un incremento de los niveles de nitrógeno y fósforo en el material de la cama al final de la experiencia, favoreciendo el uso posterior de este material como fertilizante orgánico.
El número de moscas en el sistema de cama profunda disminuye considerablemente con respecto al estabulado tradicional.
Se ahorraron 177 m3 de agua en el sistema de cama profunda por concepto de agua de limpieza.
El sistema de crianza porcina en cama profunda evaluado genera un impacto económico y ambiental importante con respecto al sistema de crianza convencional que sienta las bases para la generalización de esta tecnología a pequeña y mediana escala.
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