Introducción
Los granos secos de destilería con solubles (DDGS por sus siglas en inglés) son subproductos de la producción de etanol como combustible o para bebidas y se pueden obtener de diferentes granos. México es el principal importador de DDGS de los Estados Unidos con el 18% del total de exportaciones de DDGS de ese país (US Grain council, 2019), la mayoría de estos son producidos a partir de maíz. Los DDGS de maíz son un ingrediente muy palatable y atractivo en precio, pero su manejo es complicado y tiene limitantes importantes para su inclusión en la alimentación de cerdos, el presente artículo busca orientar a los productores sobre el uso seguro de DDGS de maíz en dietas para cerdos.
Perfil nutrimental
Su contenido de energía cruda (gross energy) es superior al del maíz, pero su digestibilidad es inferior, por lo que el valor de la energía metabolizable en el DDGS es inferior (Pedersen et al., 2007), su contenido de proteína es alto comparado con el maíz (Belyea et al., 2004), pero el balance de aminoácidos no es bueno, además existe una gran variación en el perfil de aminoácidos entre diferentes muestras de DDGS del mismo tipo de grano (Tanghe et al., 2015), y la posibilidad de que el nivel de micotoxinas se concentre, lo que aumenta la incertidumbre o encarecen los análisis a la recepción del producto, por otro lado, debido a la fermentación en la producción de etanol, el fósforo disponible es alto respecto al maíz (Pedersen et al., 2007), por lo que la necesidad de incluir fósforo inorgánico disminuye.
Limitantes para su inclusión en las dietas de cerdos
Las dos principales limitantes para su uso en dietas para cerdos son su contenido de fibra y de aceite. Respecto a la fibra, el contenido de fibra detergente neutro es de 36.9% en los DDGS de maíz (de Blas et al., 2012), cifra muy superior al nivel de fibra recomendado por FEDNA (de Blas et al., 2013) sobre todo en dietas para lechones, donde niveles de fibra superiores a los recomendados pueden verse reflejados en bajo consumo de alimento, y en las etapas de desarrollo y finalización un incremento en los niveles de fibra por arriba del recomendado trae consigo un incremento en el tamaño y peso de las vísceras del animal (Agyekum y Nyachoti, 2017).
El nivel de aceite de los DDGS afecta su inclusión principalmente en dietas de finalización, a pesar de que si se considera el contenido de fibra en la dieta, la inclusión de DDGS no afecta el crecimiento ni la eficiencia alimenticia, la ingesta alta de ácidos grasos poliinsaturados de los DDGS aumenta la concentración de estos en la canal afectando su calidad. Mediante un análisis de regresión Cromwell et al. (2011) encontraron que el índice de iodo en la carne aumenta 4.3 unidades por cada 10% de inclusión de DDGS en la dieta, por lo que no es recomendable el utilizar DDGS en altas cantidades en la etapa de finalización.
Efectos adversos sobre la calidad de la canal y formas de evitarlo
Los granos secos de destilería con solubles (DDGS por sus siglas en inglés) tienen una alta concentración de ácidos grasos insaturados, (10% de Extracto etéreo, del cual 55% C18:2,)(de Blas et al., 2012), se sabe que la ingesta alta de ácidos grasos polinsaturados aumenta la concentración de estos en el tejido adiposo del animal (Kim et al., 2014), debido a esto utilizar grandes cantidades de DDGS disminuyen la concentración de ácidos grasos saturados y aumentan la concentración de insaturados y por lo tanto aumenta el índice de iodo del tejido adiposo (Swiatkiewicz et al. 2016), aumenta la pérdida por goteo (dripp loss) y disminuye el rendimiento total de la canal (Wang et al., 2012).
Una estrategia para disminuir su efecto negativo sobre la canal es el uso de ácido linoleico conjugado (CLA por sus siglas en inglés). El CLA es un isómero del ácido linoleico (C18:2) con un enlace doble en posición cis y otro en posición trans. El uso de (0.6%) de CLA en dietas con alto contenido de DDGS disminuye la proporción de ácidos grasos polinsaturados (Wang et al., 2014)(Pompeu et al., 2013) y disminuye el índice de iodo del tejido adiposo (Rickard 2012), (White et al., 2009) mejorando la calidad de la canal, presumiblemente debido a una disminución en la actividad de la enzima Esteoril CoA Desaturasa, relacionada con la biosíntesis de ácidos grasos monoinsaturados. Estudios en células hepáticas de humanos (Choi et al., 2001) (Park et al., 2000) han demostrado que el CLA inhibe la actividad de la enzima Esteoril CoA Desaturasa debido a que disminuye la expresión del gen 1 para la producción de la enzima (Lee et al., 1998).
Otra estrategia para disminuir los efectos negativos en la canal es el uso de beta-agonistas (beta-adrenérgicos), los agonistas son sustancias que ejercen efectos similares a la adrenalina, dependiendo de los receptores que utilizan se catalogan en cuatro grupos, los α1, α2 , β1 y β2 agonistas. El receptor agonista que se encuentra en los músculos esqueléticos es β2 (Yang et al., 1989), por lo que los β2 agonistas son utilizados en la alimentación animal como aditivos promotores del crecimiento, debido a que aumentan el tamaño del músculo (hipertrofia), aumentan la ganancia de peso (Hinson et al., 2011), y mejoran el rendimiento de la canal (Fernández-Dueñas, et al., 2008), siendo la ractopamina el de mayor uso en cerdos de México. Pompeu et al. (2013) realizaron un estudio con dietas de maíz, soya y DDGS, ellos encontraron que las dietas con ractopamina aumentaron rendimiento de la canal y eficiencia alimenticia, el resultado se mantenía o mejoraba ligeramente con el uso de CLA.
Niveles máximos de inclusión recomendados
De Blas et al., 2012, recomiendan un nivel de inclusión de DDGS de 0% para animales menores a 28 días de vida, 3% para lechones entre 28 y 70 días de vida, 9% para animales en desarrollo con más de 70 días de vida, 14% en gestación y 10% en lactancia. Sin embargo los niveles recomendados por FEDNA contrastan con lo que se han probado en diferentes artículos. En la tabla 2.1 (Anexos) se hace un resumen de los niveles máximos de inclusión que recomiendan diferentes autores, en los cuales no se tienen efectos adversos en la productividad del cerdo o calidad de la canal, con base en dichos artículos la recomendación de inclusión de DDGS de maíz en dietas para cerdos es la siguiente: 0% en animales menores a 5 kg, 5% en dietas de animales de 5 a 7 kg sin rebasar 9.5% de FDN en la dieta, 5% en dietas para animales de 7 a 12 kg sin rebasar 12% de FDN en la dieta, 20% de inclusión en dietas de cerdos con peso entre 12 y 30 kg sin rebasar los 13.9% de FDN en la dieta, 30% de inclusión en dietas de animales entre 30 y 80 kg sin rebasar 15.5% de FDN en la dieta, y 10% de inclusión en dietas de finalización sin rebasar 8% de extracto etéreo y usar ractopamina en la dieta, en gestación y lactancia la recomendación es 30% máximo, en todas las etapas se debe hacer énfasis en el control de micotoxinas mediante el análisis de cada lote a la entrada del producto y la inclusión de un ligante de micotoxinas.