Las enfermedades respiratorias y entéricas se encuentran en el 99% de las explotaciones porcinas a nivel mundial provocando múltiples perdidas económicas de tipo directo o indirecto, ya que producen niveles irregulares (bajos o altos pero aún así…) de morbilidad y mortalidad, y severas alteraciones en la eficiencia alimenticia referido directamente a la conversión de los alimentos balanceados.
Con la aparición de nuevas variedades de bacterias patógenas asociadas a una diversidad de enfermedades virales, en las granjas porcinas se ha hecho necesario la utilización de nuevos antibióticos y de algunos ya existentes desde hace tiempo, pero cuya eficacia aún no se pone en duda, para el control de las mismas y convivir con ellas para que sus efectos sean mínimos en las explotaciones porcinas tanto de ciclo completo, como multisitios o granjas que se dedican exclusivamente al engorde.
Es necesario mencionar y recordar que existen agentes catalogados como primarios, los cuales le brindan la oportunidad a patógenos secundarios para colonizar y desarrollar una enfermedad en el huésped.
Dentro de los agentes primarios más comunes podemos mencionar a:
Virus: Circovirus Porcino tipo 2 (PCV2)
Virus del PRRS.
Bacterias: Mycoplasma hyopneumoniae.
Actinobacillus pleuroneumoniae.(App)
Erisiphelotrix rhusophatiae.
Dentro de las bacterias clasificadas como agentes invasores secundarios más comunes podemos mencionar a:
La mayor parte de los problemas que causan las bacterias en las explotaciones porcinas es cuando existe una interacción entre las mismas que produce una diversidad de síntomas que al asociarse entre si perjudica enormemente el organismo animal.
Enfermedades virales:
No se puede únicamente tocar el tema de las enfermedades causadas por bacterias sin tomar en cuenta que los virus juegan un rol importantísimo en el desarrollo de las mismas debido a su gran capacidad de replicarse dentro del organismo del cerdo y de provocar una desestabilización inmunológica enorme dentro de las explotaciones especialmente cuando estas se enfrentan a los mismos por primera vez.
En el mercado existe una gran diversidad de biológicos desarrollados (vacunas) para el control de los virus que se encuentran en el campo obtenidos a partir de cepas virales de baja o nula patogenicidad pero con la capacidad de desarrollar anticuerpos capaces de controlar una infección.
Debe de tomarse en cuenta que en los casos del virus del PRRS o del PCV2 no se deben de utilizar las vacunas cuando la enfermedad no está 100% diagnosticada ya que la viremia que producen puede no ser del todo benéfica en las explotaciones que aún permanecen libres de las enfermedades causadas por estos virus. En el caso de diagnosticarse por primera vez el Circovirus Porcino también debe de asegurarse bien si es mejor utilizar una vacuna monodosis simple o combinada, o una vacuna a dos dosis utilizada al destete y 14 días después, ya que dependerá del grado de infección y nuevamente de la estabilidad inmunológica de la explotación y de las enfermedades bacterianas circundantes plenamente diagnosticadas por un especialista y/o laboratorios competentes.
Cuando estas enfermedades virales aparecen o se establecen dentro de la granja deben de cambiar los sistemas de manejo tanto de la aplicación de productos en los animales refiriéndose a productos antiparasitarios (desparasitantes), antibióticos, promotores, etc., reduciendo el factor estrés por manejo si se aplican por vía parenteral cambiando el mismo a utilizar la vía oral a través del alimento o del agua para aplicarlos al lote, y utilizar la vía parenteral solo en animales cuya condición no estimule el consumo de alimento y/o en el peor de los casos del agua.
Siempre se asegurará que la primera línea de defensa que evita la aparición de nuevas enfermedades dentro del hato o la explotación es la llamada Bioseguridad, cuyas normas seguidas al pie de la letra, previenen y minimizan el riesgo de la aparición de agentes patógenos nuevos o desconocidos en la explotación porcina.
Enfermedades bacterianas:
Al igual que las enfermedades de tipo viral, la mayor parte de la patologías asociadas a bacterias se previenen a través de la bioseguridad, y ya cuando algunas rebasaron esta barrera se pueden prevenir sus efectos con el uso de biológicos (bacterinas) existentes en el mercado, pero en algunos de los casos la utilización de toxoides como el de App conlleva a la utilización de antipiréticos paralelamente para evitar la fiebre pos-aplicación. Otras que se pueden utilizar en las granjas es la bacterina contra Rinitis Atrófica ya que aunque en muchos lugares se considera casi erradicada aún persiste y reaparece en las granjas donde se consideraba nula; la bacterina contra el H. parasuis es muy eficaz en granjas donde esta enfermedad causa considerables daños, cuyos síntomas superficiales se pueden en cierto modo confundir con el Síndrome multisistemico de adelgazamiento progresivo posdestete o PMWS mas comúnmente conocido como Circovirosis porcina.
La utilización de bacterinas para el control de Micoplasma es muy efectiva y existen diversos esquemas dependiendo del estatus sanitario y del objetivo del programa de control del mismo:
Utilización de una dosis para la madre 4 a 2 días antes del parto y una dosis a las 9 semanas de edad del lechón.
Utilización de una sola dosis para el lechón al destete.
Utilización de una primera dosis para el lechón combinada con vacuna para circovirus (existe en el mercado una de estas combinaciones) al destete y una segunda dosis de Mycoplasma a los 35 días, en explotaciones donde este plenamente diagnosticada la presencia de Circovirus.
- Utilización de dos dosis, la primera una semana antes del destete y la segunda una semana después del destete.
Medicaciones Estratégicas
Cuando hablamos de medicaciones de tipo antibiótico tenemos dos tipos diferentes inversamente proporcionales en cuanto a dosis y duración del tratamiento:
De tipo Preventivo – Menos dosis y mayor tiempo.
- De tipo Curativo – Mayor dosis y menos tiempo.
Para decidir cual de los tipos debemos de utilizar dentro de la granja o explotación debemos de considerar diversos factores dentro de los cuales podemos mencionar:
- Estatus sanitario de la explotación - ALTO - MEDIO - BAJO
- Plena identificación de patologías existentes.
- Tipo de manejo.
- Tipo de sistema de producción.
- Medio ambiente.
- Genética.
- Presentación de las etiologías.
En el estatus sanitario de la explotación se considera que una granja puede tener un nivel Alto cuando en ella la mayor parte de las patologías no se presentan y sus medidas de bioseguridad están bien establecidas y son lo suficientemente efectivas para evitar la aparición de brotes de enfermedades nuevas, además de no poseer una alta diversidad de enfermedades virales y por ende bacterianas, y cuyos controles permitan una estabilidad inmunológica adecuada.
Un nivel Medio se refiere a explotaciones que poseen medidas básicas de bioseguridad pero que deben de mejorar la misma, y en donde las enfermedades se presenten de manera espontánea y no continua, además de convivir y mantener estabilizadas las enfermedades de tipo viral, aunque su nivel inmunológico exija mas control para alcanzar una mejor estabilidad.
Un nivel Bajo habla de explotaciones que no implementan o son casi nulos sus niveles de bioseguridad y donde las enfermedades de tipo bacteriano proliferan y las de tipo viral son muy evidentes y no se pueden estabilizar inmunologicamente hablando.
Al evaluar las explotaciones porcinas debe de tenerse como meta alcanzar, en el caso de las de un estatus medio o bajo el siguiente nivel.
Debe de identificarse plenamente los agentes etiológicos que existen dentro de la granja para saber a que se enfrenta realmente el productor y utilizar los manejos biológicos y los antibióticos adecuados. Existe una diversidad de síntomas en las enfermedades que afectan a los cerdos que conllevan a diagnósticos errados como por ejemplo la sintomatología externa de la enfermedad de Glasser es muy similar a la de Circovirosis, la de la Pleuroneumonía contagiosa porcina o App es muy similar a la sintomatología producida por la fumonisina (en el caso de las micotoxicosis), o las patologías de tipo reproductivo que pueden parecerse entre si pero tener una etiología distinta.
El tipo de manejo se asocia a muchas cosas, como por ejemplo la utilización de diversidad de medicamentos especialmente de tipo parenteral que le producen un grado alto de estrés a los cerdos principalmente asociado a hacinamiento temporal y sujeción forzada de los mismos; esto produce una leve depresión del animal que puede ser aprovechada por patógenos oportunistas y elevar en cierto grado la mortalidad pos manejo. También puede asociarse a otros tipos de estrés como el de transporte al trasladarse los animales de un lado a otro, estrés de alimentación cuando en algunos casos no deseados se restringe el alimento, los reacomodos de cerdos en distintas etapas de desarrollo, etc.
El tipo de sistema de producción es muy importante en el control de las enfermedades ya que toda explotación se rige por un sistema el cual puede ser:
- Multisitios.
- Todo dentro – todo fuera.
- Ciclo continuo.
- Granjas reproductoras.
- Granjas de engorde.
Se puede decir que las granjas de ciclo continuo son las que un mayor riesgo presentan ya que siempre existe la circulación de los patógenos dentro de la misma aunque mientras no ingresen animales de otras explotaciones su estabilidad inmunológica es más fácil de controlar.
Muy importante el tema asociado al medio ambiente ya que en los climas con mayores temperatura y humedad relativa la presentación de las enfermedades puede ser mayor que en climas templados o fríos y con menos humedad relativa, aunque esto no es una regla como tal.
La genética utilizada en la granja también se relaciona mucho con las patologías ya que algunas líneas son mas resistentes a ciertas enfermedades, o cuando se inician las explotaciones, y/o poseen un alto nivel sanitario el tener los núcleos de reemplazos propios, o adquirirlos en casas genéticas certificadas libres de enfermedades garantiza mucho que las patologías sean mínimas y estos animales se adapten al estatus sanitario de la granja utilizando sistemas de feedback, medicaciones y vacunaciones.
La presentación de las etiologías es muy importante debido a que es el indicativo de donde debemos iniciar a atacar la presentación de las enfermedades y las edades en las cuales debemos de dirigir las medicaciones y cuanto tiempo debemos de utilizar los antibióticos, además de la dosis y que antibiótico de elección debemos de utilizar.
El mejor apoyo que existe para diagnosticar las enfermedades indudablemente es la serología, apoyada por los diagnósticos a través de la sintomatología en animales vivos y de la necropsia realizada por médicos veterinarios especializados en la materia, además de los diagnósticos de laboratorio por cultivos y antibiogramas para la elección del antibiótico mas adecuado.
Algunos antibióticos que se utilizan comúnmente en los planes estratégicos de medicación son la Tiamulina, la Tylosina y la Lincomicina los cuales tienen un gran espectro de actividad especialmente en el control de Mycoplasma y de Lawsonia (Epp). La Lincomicina de alta efectividad contra enfermedades de tipo respiratorio especialmente combinada con Espectinomicina o Florfenicol. La clortetracilcina de amplio espectro para control bacterias Gram + y Gram – y de muy alta efectividad si se combina con Tylosina o Tiamulina. El Florfenicol que posee también un amplio espectro de actividad y para el cual se ha desarrollado poca resistencia en las enfermedades de los cerdos, el cual se puede utilizar solo o combinado con Tylosina, Lincomicina o Tiamulina.
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En la mayor parte de las granjas porcinas los llamados súper preiniciadores deben contener la medicación deseada por el productor y estos deben de ofrecerse para consumo de los lechones desde que estos llegan a los 14 días de edad donde su consumo será mínimo pero aseguraran que el consumo en el área de destete sea el adecuado para alcanzar los niveles deseados de antibióticos en el cerdo y así prevenir la aparición de enfermedades de tipo entérico y respiratorio. Estos planes de medicación toman en cuenta que en granjas multisitios o en granjas de ciclo continuo a partir de las 9 semanas de edad se realizan movimientos de los cerdos y es cuando mas se debe de prevenir las infecciones bacterianas por estrés de transporte o movimiento de animales.
En cerdos donde los niveles de tos persisten después de las primeras dos medicaciones por el acumulo de fluidos (especialmente moco) en las vías respiratorias puede adicionarse al alimento o al agua un expectorante que puede ser de tipo Bromhexina o Ambroxol.
En granjas donde se ha diagnosticado PRRS y aun no se ha estabilizado inmunologicamente se recomienda utilizar un esquema continuo de medicación desde el destete hasta 2 semanas antes de la edad de sacrificio (respetando así los períodos de retiro de antibióticos en carne) utilizando Tylosina 50 ppm + Clortetraciclina a 100 ppm de modo continuo.
Medicación en reproductoras:
En general en las reproductoras es recomendable llevar una medicación de tipo estratégica en la maternidad llamándosele de algún modo el “filtro” donde es mas factible utilizar tratamientos y es el área en donde los antibióticos deben de hacer el trabajo de controlar distintas patologías relacionadas al parto como infecciones pos retención placentaria, mastitis, metritis o disgalaxia pos parto relacionadas a la presencia de bacterias patógenas o patógenas de tipo oportunista. Estos antibióticos se pueden agregar en la etapa de alimentación de lactancia o lactancia primeriza, si se diese el caso de manejar dos distintas etapas de alimentación para las hembras lactantes en la granja, y suministrarlos a la cerda a partir del día 100 de gestación hasta el final de su lactancia para prepararla y tener una lactancia con menos desafíos.
En las reproductoras se puede utilizar un esquema de la siguiente manera:
Además se puede decir lo mismo para hatos infectados con PRRS que la medicación puede o debe de ser continua en el alimento de las reproductoras, tanto Lactantes, Gestantes, Reemplazos y Verracos en dosis bajas pero continuas como la combinación de la Tylosina 55 ppm con Clortetraciclina 200 ppm que son de mucha efectividad para mantener un hato reproductor estable.
En el caso de los verracos en granjas con un hato reproductor inmunologicamente estable siempre es recomendable medicarlos en el alimento por lo menos cada 3 meses con dosis seguras de antibióticos combinados como la combinación de Tylosina 110 ppm o Tiamulina 100 ppm combinada con Clortetraciclina a 400 ppm durante 1 semana.
La utilización de penicilinas sintéticas como el caso de la Amoxicilina es recomendable en el caso de que existan brotes agudos de enfermedades como la Pleuroneumonía contagiosa porcina, enfermedad de Glasser, Erisipela porcina, ya que este tipo de antibióticos tiene un reducido espectro de actividad limitado a ciertas bacterias especialmente de tipo Gram + utilizando para tal caso dosis de tipo curativo de hasta 400 ppm en el alimento durante 10 días consecutivos o 200 ppm durante 15 días consecutivos.
Existen diversas alternativas antibióticas como tratamientos en enfermedades bacterianas en los cerdos, una de ellas también puede ser el utilizar la Doxiciclina que es una tetraciclina sintética puede utilizarse en dosis de 250 ppm durante 5 a 10 días como un tratamiento alternativo para el control de patógenos especialmente de tipo respiratorio.
El uso racional de los antibióticos y las recomendaciones dadas por los médicos veterinarios especialistas son las bases para mantener su continuidad en el control de las enfermedades bacterianas que afectan a los cerdos y la base para impedir el desarrollo de resistencia por parte de las bacterias, ya que el uso indiscriminado e inadecuado ha llevado a la salida de muchos antibióticos del mercado y ha desarrollado cepas bacterianas mucho mas resistentes.