INTRODUCCIÓN
La gestión de las explotaciones porcinas, fue definida por Kadlec (1985) como la ciencia que trata de la distribución de recursos (dinero, suelo, alimentos, mano de obra, etc.) entre diferentes alternativas (animales, sistemas productivos, estrategias de manejo, etc.) para obtener metas previamente establecidas como: máximo beneficio, máxima productividad, máxima utilidad, mínimo coste, etc. (Babot, 2001).
Debido a la actual situación económica, los elevados precios de los insumos y la alta presión de la oferta de carne de cerdo que ha hecho que la competitividad haya aumentado drásticamente, uno de los retos más importantes de la producción porcina moderna es mejorar la eficiencia de los sistemas productivos. Esta nueva situación requiere de Médicos Veterinarios especialistas en Zootécnia, Ingenieros Agrónomos Zootecnistas, Técnicos Porcinos, etc., que sean profesionales cualificados capaces de adaptar los recursos disponibles a las demandas del mercado, además de aplicar nuevas técnicas de manejo y de alimentación, adaptadas al tipo de animal presentes hoy en día en nuestras granjas, enfocados a una mejora de la eficiencia productiva con el fin de disminuir costes y así aumentar los márgenes de utilidad para la empresa (De Laguna-Ortega, 2011).
La producción porcina actual es el resultado de un sinfín de elementos que interactúan continuamente y de forma dinámica, cambiante, impredecible hasta cierto punto: comprender las complejas relaciones entre todos estos factores ayudará al éxito de la empresa porcícola (Tomás-Almenar et al., 2013).
ESQUEMA GAMNSA
Hemos oído hablar sobre el esquema de la mesa de cuatro patas o sobre la rueda haciendo mención de ejes tales como:
a) Sanidad
b) Nutrición
c) Manejo
d) Personal
e) Instalaciones (Buxadé-Carbón y Sánchez-Sánchez, 2009; Leuwerke, 2011).
Sin embargo, también se puede decir que se debe utilizar actualmente un esquema de producción donde se haga referencia a estos ejes, además de algunos otros que creemos que cobran una importancia realmente transcendental. Este esquema de producción incluye Genética, Ambiente, Manejo, Nutrición, Sanidad y Administración (“GAMNSA”). Cada una de estas áreas se denominan esferas de producción y cada una debe tener su especial atención; y si alguna de ellas se ve comprometida la productividad de la piara se verá realmente afectada (Figura 1) (Beltrán-Rosas, 2013).
Figura 1. Esquema GAMNSA. Fuente: Beltrán-Rosas, 2013.
La capacidad productiva y la expresión genética dependen del ambiente, el manejo y nutrición (manejo alimenticio) (García-Contreras, 2006), es decir debe de existir recomendaciones para los animales según su de deposición de energía, nitrógeno y de intentar aportar para cada uno de ellos los programas de alimentación adecuados (Latorre-Górriz, 2012), de sanidad e higiene a los que se ha expuesto al animal (García-Contreras, 2006), además del aspecto administrativo (retorno económico).
El producto final no son cerdos, sino kilos de canal y de carne de una determinada calidad, de animales homogéneos, que paga un cliente especial, que a su vez espera un próximo envío de características similares (Autores).
GENÉTICA
La utilización implícita de las estrategias de mejora genética animal ha sido una constante desde que se realizó el proceso de domesticación de las especies ganaderas durante el Neolítico. El ser humano ha controlado la reproducción, tomando la decisión acerca de qué individuos van a ser utilizados como progenitores de la siguiente generación (Varona, 2014).
La genética es una rama de la biología que trata de los fenómenos de herencia y sus variaciones. Su función es la de comprender las causas de las semejanzas y las diferencias que existen entre los padres y su progenie y, por extensión entre todos los organismos que se encuentran relacionados unos con otros por su descendencia (Blakiston, 1983). La herencia se define como el parecido entre los individuos relacionados por descendencia, y la variación es la aparición de diferencias entre individuos de la misma especie. Por lo tanto la genética es la ciencia del estudio de las semejanzas y diferencias que existen entre los individuos (Bates and Cleveland 2003).
Trabajar en genética es valorar el presente y estar constantemente mirando al futuro; es predecir cuáles serán los productos y servicios que el mercado demandará en el futuro. Pensar en que querrán y sobre todo que premiará y/o penalizarán los clientes por ejemplo: mataderos, salas de despiece hasta el consumidor final (Cía-Rodas, 2011). Y desde luego adaptarse lo más rápidamente posible a la demanda cambiante del consumidor cuando no coincide con aquello que se había previsto (comunicación personal Ramis-Vidal).
VARIABLES DE IMPORTANCIA ECONÓMICA A SELECCIONAR
En los cerdos solo se seleccionan características de importancia económica, aquellas que al ser mejoradas representan una mayor ganancia para el productor. Las principales características o variables a seleccionar en el ganado porcino se clasifican como: reproductivas, morfológicas, de producción y de la canal (Martínez-Gamba, 2006).
Las principales características reproductivas:
Es muy importante estimar los parámetros genéticos de cada raza, las características reproductivas a seleccionar en las cerdas primerizas:
- Pubertad:
- Edad a la pubertad (días) (Martínez-Gamba, 2006; Knauer et al., 2011).
- Días que presenta estro (duración).
- Reflejo de inmovilidad con y sin presencia del semental.
- Intervalo entre pubertad y primer servicio (Martínez-Gamba, 2006; Knauer et al., 2011).
- Edad al primer parto (días) (EP1) (Babot, 1997; Knauer et al., 2011).
La valoración en una cerda tanto en primerizas como multíparas:
- Número total de lechones nacidos (TLN) (Babot, 1997; Moeller et al., 2004; Knauer et al., 2011; Schneider et al., 2012a).
- Número de lechones nacidos vivos (LNV) (Babot, 1997; Carrión y Mendel, 2001; Chen et al., 2003; Damgaard et al., 2003; Moeller et al., 2004; Schneider et al., 2012ab).
- Número de lechones momificados (MOM) (Moeller et al., 2004; Schneider et al., 2012a).
- Número de lechones nacidos muertos (LNM) (Moeller et al., 2004; Schneider et al., 2012ab).
- Peso de la camada al nacer (PCN) (Moeller et al., 2004; Schneider et al., 2012a).
- Lechones destetados (LD) (Carrión y Mendel, 2001; Chen et al., 2003; Damgaard et al., 2003; Schneider et al., 2012a).
- Peso de la camada a los 21 días (PL21) (Chen et al., 2003; Damgaard et al., 2003).
- Intervalo destete - cubrición fértil (IDCF) (Babot, 1997; Carrión y Mendel, 2001; Knauer et al., 2011).
La valoración de una cerda:
- Características de longevidad (Murillo-Galán y col., 2007; Simón, 2012; Nikkilä et al., 2013a).
- Vida útil (VU) (Nikkilä et al., 2013a).
- Partos producidos o longevidad funcional (PP) (Simón, 2012; Nikkilä et al., 2013a).
- Número total de nacidos en su vida productiva (TNP).
- Número total de nacidos vivos en su vida productiva (TNVP).
- Número total de nacidos vivos en su vida productiva por la vida útil de la cerda (TNVP / VU) (Nikkilä et al., 2013a).
- Número de partos por hembra por año (Carrión y Mendel, 2001; García-Murguía y col., 2014).
- Comportamiento maternal (Lechones destetados / cerda – año [LCDA]) (López y Galíndez, 2007; Simón, 2012; García-Murguía y col., 2014).
Sin embargo, en los últimos ocho años se han ido introduciendo en el “Índice de selección” los conceptos de:
- Calidad materna:
- Capacidad lechera, que son una combinación de caracteres cuantitativos relacionados con la ganancia de peso de los lechones (Carrión y Mendel, 2001; López y Galíndez, 2007; Simón, 2012).
- Facilidad de parto.
- Supervivencia del lechón.
- Camadas homogéneas (Damgaard et al., 2003).
- Carácter durante la lactación (carácter) (Santomá, 2013).
- Rusticidad (Sensibilidad al estrés) (Carrión y Mendel, 2001; Simón, 2012).
- Resistencia a enfermedades.
- Adaptación al clima (comunicación personal Ramis-Vidal).
- Número de cerdos vendidos por hembra por año (García-Murguía y col., 2014).
En las características morfológicas o de conformación anatómica se incluyen:
- Longitud corporal (LC).
- Profundidad corporal (PC) (Nikkilä et al., 2013ab).
- Ancho del cuerpo o de jamones (AC) (Knauer et al., 2011; Nikkilä et al., 2013ab).
- Forma de la caja torácica (FCT) (Nikkilä et al., 2013b).
- Ancho de la caja torácica (ACT) (Knauer et al., 2011).
- Línea superior (LS).
- Estructura de la cadera (EC) (Nikkilä et al., 2013ab).
- Forma de la costilla (FC).
También se evalúan las patas delanteras:
- Posición de patas delanteras (PPD).
- Posición de las rodillas (PR).
- Postura de la cuartilla delantera (PCD).
- Tamaño de las patas delanteras (TPD).
- Uniformidad de las pezuñas de las patas delanteras (UPPD).
Referente a las patas traseras se evalúa:
- Postura de las piernas (PP).
- Vista lateral de las piernas traseras (VLPT).
- Cuartillas de las patas traseras (VLCPT).
- Tamaño de las patas traseras (TPT).
- Uniformidad de las pezuñas de las patas traseras (UPPT).
- Acción de la pierna en general (APG) (Nikkilä et al., 2013ab) o Locomoción (L) (Knauer et al., 2011).
Valoración de la vulva:
- Visibilidad de la vulva (dependiendo la raza).
- Enrojecimiento de la vulva.
- Ancho de vulva (mm) (Knauer et al., 2011).
- Número de tetas funcionales (Simón, 2012).
En las características de producción: - El crecimiento o velocidad crecimiento se expresa como el número de días a un crecimiento constante en que alcanza el peso de 113,5 a 114 kg de peso corporal (DIAS) (Knauer et al., 2011; Nikkilä et al., 2013ab).
- Ganancia diaria de peso (GDP) (See, 2003a; Martínez-Gamba, 2006).
- Conversión alimenticia (C.A.) (García-Contreras, 2006; Martínez-Gamba, 2006).
- Consumo de alimento (CAL) (Hoque et al., 2007).
- Consumo de alimento reducido (CALR) (Do et al., 2013).
- Consumo de alimento residual (CALRI) (Hoque et al., 2007; Do et al., 2013).
En las características de composición de la canal son:
- Área del lomo a 114 kg (cm2) (ALM) (Knauer et al., 2011; Nikkilä et al., 2013ab).
- Grasa dorsal a 114 kg (cm) (GD) (Knauer et al., 2011; Nikkilä et al., 2013ab).
- Grasa dorsal en la 10ª costilla (GD10) (Nikkilä et al., 2013ab).
- Grasa dorsal en la última costilla (GDU) (Knauer et al., 2011; Nikkilä et al., 2013ab).
- Los rasgos de composición de la canal a la pubertad:
- Área del lomo a la pubertad (cm2) (ALP)
- Grasa dorsal a la pubertad (cm) (GDP).
- Peso corporal a la pubertad (PCP) (Kg) (Knauer et al., 2011).
Respecto a selección los rasgos de las características reproductoras son difíciles de mejorar debido a la baja heredabilidad y porque no hay información de las características maternales disponibles en cualquiera de los sexos en el momento de la selección, principalmente en el macho y los resultados se notaran hasta que sus hijas comienzan a producir sus camadas. Las características de producción, que también tienen un peso considerable en el objetivo de selección, tienen una mayor heredabilidad, así como más información de estas características, que se encuentran al momento de la selección. Por lo tanto, la selección de rasgos de producción es mucho más eficaz que la selección de rasgos maternos bajo un programa de cría convencional (Lillehammer et al., 2013).
Conclusiones
La genética debe facilitar al productor porcino su relación con el mercado mediante una disminución de costes, y esto se consigue partiendo de una selección, utilizando las herramientas de selección y las evaluaciones que correspondan a lo que se busca producir. Es por ello que es imprescindible utilizar el esquema GAMNSA, ya que encontramos las relaciones de cada esfera de producción. La capacidad productiva y la expresión genética dependerán del medio ambiente, del tipo de alojamientos, condiciones climáticas que le brindamos a nuestra piara, además que el manejo juega un papel muy importante en el desempeño del cerdo en todas sus fases productivas, ya sea por el manejo alimenticio, adoptando pautas de alimentación óptimas para obtener la máxima eficacia. La importancia del valor nutritivo de las materias primas para realizar una verdadera nutrición para que vuestros animales expresen su potencial genético, para que realicen un crecimiento, osificación y un óptimo desarrollo cartilaginoso se tienen que cubrir todas sus necesidades nutricionales, la cual varían en función de sus características genéticas y a lo largo de su vida productiva cobra una gran relevancia en una vida productiva óptima. La sanidad e higiene tienen un rol trascendental debido a que la piara se enfrenta a la carga microbiana de la instalación, para disminuir los costes de medicación, podemos buscar actualmente en la selección genética individuos que puedan brindar resistencia a las enfermedades patógenas en nuestra piara. Para saber hacia dónde encaminar la mejora en nuestras líneas es fundamental valorar el cómo evolucionarán también los elementos que afectan el coste de producción, la parte de administración o gestión, en la cual se debe destacar que la empresa al final produce kilos de canal y de carne, de una determinada calidad y a un precio adecuado. Para esto la empresa debe de ser de “precisión” a los técnicos en porcino nos corresponde trabajar y contribuir a resolver los problemas empresariales de las granjas y a conseguir, al mejor coste de producción, un producto de calidad que exige el cliente y cumpla las exigencias de la ley.
Resumen del Curso de Genética, revista SUIS No. 117. ISSN 1699-7869, Barcelona, España, 2015)
Revisores: Dr. Manuel Guillermo Ramis Vidal (Doctor en Veterinaria y profesor del Departamento de Producción animal de la Universidad de Murcia), Dra. María del Carmen Espejel del Moral (Área de especialización Patología y Reproducción. Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán-UNAM), Dr. Juan Carlos Del Río García (UNIGRAS, Unidad de Investigación Multidisciplinaria. Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán-UNAM) y Dr. Agustín Ruiz Flores (Mejoramiento Genético Animal, Departamento de Zootecnia, Universidad Autónoma Chapingo. México)