Introducción:
En los últimos 30 años, las granjas porcinas han evolucionado incorporando tecnologías, buscando reducir los problemas intrínsecos a la producción; mejorando la climatización, automatizando tareas ingratas, buscando controlar mejor las enfermedades, y reduciendo costos productivos, a través de la mejora productiva.
Sin embargo, en los años recientes, otros factores externos a la producción, han empezado a modular la forma en la que concebimos las granjas. Ya no es el sector que crece y cambia, buscando solucionar sus problemas, sino que otras “fuerzas” como la del consumidor (vía comprador de carne), comienzan a exigir como quieren que se produzca la carne que desean consumir.
Para resumir, la forma en que concebimos las granjas que hoy se construyen ha cambiado radicalmente en los últimos 10 años, movidos tanto por factores intrínsecos como por factores extrínsecos.
Cambios intrínsecos al sector:
La gestión de patologías virales por medio de mejoras en las instalaciones y flujo animal, el avance genético de las cerdas hiper prolíficas, la nutrigenómica, la tecnificación de las instalaciones, y la demanda de información de precisión, son incorporaciones motivadas por el mismo sector con la mira de reducir los costos de producción y mantenerse competitivo, nos lleva a un conceptp global y de exigencias muy diferentes a nuestro entorno natural de producción.
Cambios Extrínsecos al sector:
Las normativas europeas de bienestar animal que se han difundido desde el segmento científico-legislativo, hasta el consumidor que demanda carne de calidad, las demandas crecientes de reducir el impacto medioambiental de las granjas, las demandas de inocuidad, trazabilidad y reducción del uso de antibióticos son nuevas demandas formidables, que llegan desde fuera del sector, a modificar la forma en que producimos. (No se puede hacer lo mismo y esperar resultados diferentes).
Cambios en el modelo productivo (La granja 4.0):
Estas presiones han cambiado la forma en que concebimos y gestionamos las granjas. A continuación, se resumen algunos de los cambios que componen la medula de la Granja de cuarta generación. Granja que se basa en el uso de Chips electrónicos como medio de identificación electrónica, tanto de animales, como de procesos:
- Las estaciones electrónicas de alimentación (ESF), para proveer alimentación de precisión, (ej. 6 curvas de alimentación para cerdas) y la información que ellas aportan (información en tiempo real de consumos individuales de las cerdas), hasta las demandas de micro nutrición de precisión que las ESF permiten practicar a través de las micro tolvas, resultan en mejoras tangibles de la productividad, no solo como resultado de una reducción real del estrés de las cerdas en grupos, sino por la optimización del consumo de alimento, según la productividad individual de cada cerda.
- Sistema de gestión integral: Nuevas plataformas informáticas que interconectan todas las PC y PLC de la granja, centralizando, y permitiendo el cruce de información, ofrecen la posibilidad de análisis de “big data”, a la vez que permiten crear y evaluar nuevos parámetros referentes.
- El creciente entendimiento de que existe una necesidad real de establecer medidas de bioseguridad regional e interconectada informáticamente, lleva a la introducción de la Termo-descontaminación vehicular con certificación electrónica.
- Incorporación de nuevas herramientas tecnológicas para certificar electrónicamente los tratamientos inyectables como forma de garantizar el correcto uso de los antibióticos y manejo adecuado de la farmacia veterinaria.
Resumen final:
Con la experiencia de más de 225.000 vientres ya instalados en la modalidad 4.0 de granjas, modalidad que llamamos, P plus, nuestro grupo, considera que la industria porcina mexicana, debe comenzar ahora a dar este salto, si el sector quiere mantener la credibilidad ante un consumidor cada vez más demandante y con un sector “anti carne” cada vez más hostil que expone y mediatiza lo que nuestro sector hace mal.
Las granjas 4.0 se basan en tecnología probada y robusta, además, otro importante “efecto colateral beneficioso” es que el trabajador joven encuentra muy atractivo la incorporación de estas tecnologías, resultado en un fuerte motivador, para el personal de granja, no importa del segmento cultural del que provenga.
Resumen del Trabajo presentado por el autor en su Conferencia en el VI Congreso Nacional de Productores Porcícolas (OPORPA) en en Puerto Vallarta (Nayarit, México)