En el 2003 se nos planteó un importante reto con la entrada en vigor de la nueva legislación europea en materia de bienestar animal de obligatorio cumplimiento en las explotaciones de nueva creación y en las que se hacían modificaciones.
En los primeros años se plantearon innumerables dudas sobre cual era la mejor instalación para las cerdas gestantes. Después de muchos meses de estudio de las distintas alternativas posibles, llegamos a la conclusión que las estaciones electrónicas de alimentación eran el único sistema que garantizaba la alimentación individual de cada animal, factor que consideramos fundamental para cerdas de alta producción.
Fue en 2006 cuando arrancó la primera granja con estaciones electrónicas diseñada en base a nuestros conocimientos. En 2008 ya son 11000 las cerdas alimentadas con estaciones electrónicas bajo nuestra supervisión, distribuidas en granjas de 400 a 2500 cerdas donde las producciones se pueden calificar como excelentes, y en cualquier caso, no se puede asociar un descenso en la producción con estas nuevas tecnologías si éstas se aplican correctamente.
Sin embargo para llegar al éxito con estas nuevas instalaciones de gestación es necesario un conocimiento amplio de los distintos factores implicados:
ESTACIONES DE ALIMENTACION: quizás el punto más influyente, ya que el diseño de la misma contribuye en gran medida a la eficacia del sistema:
DISEÑO DEL AREA DE GESTACIÓN: necesario para conseguir una sensación de confort adecuada en las cerdas.
Es importante delimitar dos zonas claramente diferenciadas en todas las gestaciones:
zona de actividad(zona sucia), en el área donde se sitúan las estaciones, es también donde debemos situar el emparrillado y los bebederos próximos a las salidas de las estaciones, y se caracteriza por grandes espacios libres para evitar posibles arrinconamientos de los animales más débiles y
zona de descanso(zona limpia) provistas de tabiques para favorecer el descanso de las cerdas que así lo deseen ya que las cerdas tienden a buscar tabiques junto a los que se echan buscando la protección de éstos.
Una adecuada ventilación que evite tanto ambientes cargados como corrientes de aire, contribuirá de manera decidida a un mejor estado de los animales y a una mayor limpieza, necesaria para disminuir las incidencias sanitarias y los problemas locomotores por resbalones.
Iluminación suficiente de 12 a 14 horas diarias.
Diseño del conjunto de la gestación para que facilite la entrada y salida de las cerdas del grupo con la mínima intervención de los trabajadores en el proceso.
ENTRENAMIENTO DE LOS ANIMALES: una de las dificultades que se ha de superar para el correcto funcionamiento del sistema. El periodo entrenamiento eficaz en cerdas adultas se sitúa próximo a las 4 semanas y en las jóvenes con 3 semanas es suficiente. La etapa de aprendizaje se divide en 2 fases con una aclimatación progresiva a todo lo que supone la alimentación en la estación. El % de cerdas que superan el entrenamiento es superior al 96%.
Si se hace un diseño racional de las zonas de entrenamiento la intervención de los operarios es mínima y solo será necesaria en casos puntuales los primeros días.
El entrenamiento puede hacerse más rápido si se dispone estaciones específicas, pero solo en explotaciones con más de 1000 cerdas está justificada la inversión.
El tiempo que dedicado al entrenamiento debe de ser respectado en su integridad, aunque pasados los primeros días se tenga la percepción de que las cerdas ya están adaptadas al sistema, pues en caso contrario serán muchos los animales que no entren a comer después del periodo de entrenamiento.
IDENTIFICACION: doble, en una oreja el nº de la explotación y en la otra ( siempre en la misma oreja) un chip, para que en los casos de perdida, las cerdas estén identificadas. Los chips serán colocados antes de la entrada en las estaciones en el caso de cerdas de reposición. En el resto de las cerdas es recomendable comprobar el correcto funcionamiento del chip antes de entrar en la estación después del paso por maternidad.
Los chips serán de buena calidad para poder ser detectados por las antenas a una mayor distancia, lo que también ayuda a una mejor eficacia de alimentación y en consecuencia un mayor nº de cerdas por estación. La calidad también es importante en el material de revestimiento del chip para disminuir las pérdidas y averías de chip pues existen rangos de 2-8% de pérdidas o daño debido a la calidad del chip. También para disminuir las perdidas se debe tener cuidado con la colocación y evitar el borde del pabellón auricular.
GRUPO: El tamaño del grupo es un factor determinante, pues en grupos con menos de 80 cerdas aumenta el riesgo de agresiones y posterior inadaptación. El tamaño máximo se situará entre 160-240 cerdas debido a la creciente dificultad, en caso necesario, de buscar una cerda entre más de 250 animales. Un nº alto de animales no influye en el comportamiento de los animales, siempre y cuando se dispongan de estaciones y espacio suficientes
Otro factor a tener en cuanta es el distinto comportamiento durante la alimentación y en su relación con los demás animales entre las cerdas jóvenes y las de más edad. En este sentido es aconsejable hacer en todas las explotaciones al menos un grupo para nulíparas y primerizas y otro grupo para el resto de cerdas. De esta forma también podremos adecuar las velocidades de alimentación de las cerdas jóvenes y el resto, lo que sin duda contribuye a una también a una mejor eficacia de cada estación.
En las gestaciones libres no se debe considerar el concepto de animal individual a la hora de incorporar animales al grupo, siendo el nº mínimo de cerdas de 10-15, ya que éstas al incorporase crean un subgrupo dentro de la gestación con horarios de alimentación próximos entre sí y zonas de descanso en conjunto, lo que contribuye a una mejor adaptación.
El momento en que se constituya el grupo es importante, y así en granjas de nueva creación las cerdas se sueltan al finalizar la cubrición puesto que este es el mejor momento para evitar problemas de reabsorciones. De no ser así lo aconsejable es hacerlo los últimos días que la legislación lo permita para minimizar el riesgo de perdidas embrionarias. Agrupamientos entre los días 3 y 25 de gestación están contraindicados por un mayor riesgo de pérdidas embrionarias.
Tras la experiencia de los últimos años, se puede considerar que las gestaciones libres bien diseñadas, constituyen la mejor alternativa para las granjas de cerdas reproductoras incluso en el supuesto de que fuese posible albergar a las cerdas en jaulas hasta el momento del parto.
La principal dificultad del sistema radica en el momento del cambio de gestación con box a gestación libre por el coste económico que se puede derivar en granjas en que las jaulas y los dosificadores de alimentación todavía no estén amortizados.
El segundo factor a tener en cuenta en el momento del cambio de sistema es el realizar un correcto programa de entrenamiento de los animales de manera que sea eficaz y no interfiera negativamente en el ritmo productivo de la explotación.
También se hace necesario unos conocimientos mínimos de informática por parte del personal que desarrolla el trabajo en gestación.
Sin embargo pese a las dificultades iniciales, los animales alcanzan una situación óptima para producir, con un comportamiento menos agresivo, con unas cerdas con más volumen por su mayor desarrollo en tejido muscular, una perfecta alimentación en cada momento de gestación y en consecuencia unos partos cortos con menor necesidad de intervención en los mismos, unos lechones con más peso al nacimiento y cerdas que pierden menos condición corporal tras su paso por la paridera.
Fig. 1 Zona de descanso definida
Fig.2 Equipo para detección de celo.
Fig.3 Zona de descanso con paja
Fig. 4 Actividad mínima a últimas horas del día
Fig.5 Vista general explotación de 2500 cerdas
Fig. 6 Confort de los animales
BIBLIOGRAFIA: