Para que las micotoxinas sean producidas,
tres condiciones esenciales deben estar presentes en combinaciones compatibles.
Primero, debe estar disponible un producto capaz de soportar la producción de
hongos productores de toxinas. Segundo, debe estar presente el hongo especifico
capaz de producir toxinas. Tercero, deben de existir las condiciones favorables
para el desarrollo del organismo y la acumulación de toxinas.
Las micotoxinas son compuestos químicos
producidos por hongos durante su crecimiento sobre sustancias orgánicas tales
como maíz y cacahuates. Cuando estos productos son consumidos, se puede producir
efectos indeseables sobre los animales o personas que los consumen.
Cuando los animales consumen altos niveles de estas toxinas, una serie de efectos
predecibles no deseables ocurren. Por esta razón, estos compuestos han sido
etiquetados como carcinógenos, lo que significa que producen cáncer.
Algunas micotoxinas causan severas inflamaciones
del hígado o riñones, hemorragias masivas y en ocasiones ulceraciones de la
boca y el tracto digestivo. Otras veces los efectos no son reconocidos fácilmente.
Estos efectos dependen de la especie animal, cantidad consumida y duración de
la exposición. Pollos en crecimiento, lechones, vacas preñadas, y perros son
altamente susceptibles cuando se alimentan con dietas tóxicas durante largos
periodos.
Los cerdos son afectados por micotoxinas dependiendo de la edad, la cantidad
consumida, el periodo de consumo de la toxina y el status de salud del cerdo.
Por ejemplo, los lechones no destetados generalmente son mucho más susceptibles
a las micotoxinas que los cerdos a término. Si los niveles de micotoxinas en
los alimentos son altos, los cerdos pueden simplemente rechazar el alimento
hasta que se les ofrezca una ración no contaminada. Niveles menores de micotoxinas
consumidas en periodos largos pueden ser el escenario causante de enfermedades
comunes. El consumo de micotoxinas a largo plazo y con bajo nivel causa enfermedades
debido a los efectos tóxicos directos y a la disminuida resistencia a infecciones
bacterianas vírales y parasíticas.
Cuatro condiciones comunes en los cerdos resultan del consumo de micotoxinas:
aflatoxicosis, vulvovaginitis, ocratoxicosis y vomitoxicosis La aflatoxicosis
es primariamente una enfermedad del hígado, aunque otros órganos pueden estar
involucrados de manera secundaria. Las aflatoxinas son a menudo la causa de
enfermedades referidas como envenenamiento por maíz o cacahuate en los cerdos.
La disminución de la tasa de crecimiento y la disminución en la eficiencia se
observan cuando la aflatoxina es consumida de 100 a 400 ppb.
Estos niveles de aflatoxina afectan el cuidado y crecimiento de los cerdos pequeños
mas que a los cerdos terminales. Recientemente la FDA sugirió que el maíz con
menos de 100 ppb puede darse a cerdas preñadas y cerdos jóvenes. La misma FDA
sugiere que el maíz que contiene menos de 200 ppb puede suministrarse a cerdos
terminales, 40 kg De 400 ppb a 800 ppb, pueden ocurrir daño hepático, desordenes
del bazo, y muerte.
Disminuye la respuesta inmune a la salmonelosis experimental cuando los cerdos
fueron alimentados con aflatoxina 800 ppb durante 9 semanas. Otros estudios
han confirmado la supresión inmune por el consumo de aflatoxinas. De 450 a 1500
ppb puede haber abortos y partos de animales muertos.
Cuando se consumen niveles tan altos como
2000 ppb durante pocos días, puede ocurrir muertes súbitas Vulvovaginitis es
un término usado para describir algunos de los signos asociados con el síndrome
de la enfermedad causado por zearalenona.
Los cerdos son una de las especies más sensibles a esta micotoxina que produce
efectos hormonales parecidos a los estrógenos como el alargamiento de las glándulas
mamarias y la vulva hinchada. La toxicidad experimental de la zearalenona comienza
a niveles menores de 25 ppm ( 25 000 ppb) y causa infertilidad ocasional.
De 25 a 50 ppm ( 25 000 a 50 000 ppb) las cerdas tienen puercos pequeños en
sus camadas. Se observa que los prepuberes tienen una vulva hinchada a estos
mismos niveles.
La zearalenona en los alimentos a 25 a 1000 ( 25 000 a 100 000 ppb) causan todos
los signos anteriores mas un pseudoembarazo. Niveles en los alimentos mayores
de 100 ppm ( 100 000 ppb) causan una persistente infertilidad Además de estos
efectos experimentales, la zearalenona puede causar prolapso rectal y vaginal,
alargamiento de las glándulas mamarias y prepucio en cerdos castrados, debilidad,
nacidos muertos y/o cerdos momificados; abortos, y atrofia de los testículos
en juveniles.
La ocratoxicosis en primariamente una enfermedad de los riñones causada por
Ocratoxina. El nivel de 5 ppm ( 5 000 ppb) causa un rechazo casi total al alimento
en la manada entera de cerdos. El rechazo al alimento de este sorgo altamente
contaminado previene la dispersión de morbilidad y mortalidad de la manada.
En cada caso estudiado en el campo y en experimentación el nivel de 1.4 ppm
de Ocratoxina, produce una sed excesiva, orina frecuente, enanismo ingesta de
alimento reducido. Pueden ocurrir perdidas por muertes ocasionales.
Vomitoxicosis es un termino usado para
describir el síndrome causado por vomitoxina ( deoxinivalenol ). Esta micotoxina
usualmente es un problema de contaminación en el campo de maíz, sorgo y trigo.
Los cerdos parecen ser la especie más sensible a los efectos de vomitoxina (cuando
se compara con los rumiantes y los pollos). El punto de inicio para la toxicidad
de la vomitoxina y las perdidas económicas es de 0.6 a 1.0 ppm ( 600 a 1000
ppb).
El efecto primario de la vomitoxina es la reducción de la tasa de crecimiento.
En los cerdos que consumen alimento contaminado se observa mas frecuentemente
que vomitan a o sobre 15 ppm ( 15000 ppb) de vomitoxina.
Los cerdos presentan pérdida de peso, presentación pobre, depresión del crecimiento,
inmunosupresión, daño hepático y renal, hemorragias, deformaciones, muerte.
La severidad del problema de las micotoxinas varia con el año, los cereales
que se siembran y que se intenta utilizar como fuente de cereales. Aquellos
que enfrentan perdidas económicas debido a su ocurrencia deben estar enterados
de esta posibilidad. No anticipar la posibilidad y no tener alternativas disponibles
cuando sea necesario puede resultar en perdidas inusualmente altas.
Adaptado de:
G.T. Edds, D.V.M.,1973 "Acute Aflatoxicosis: A Review," Journal of the American
Veterinary Medical Association, 162:304-309
Diener, U.L., R.J. Cole, T.X. Sanders, G.A. Payne, L.S. Lee, and M.A. Klich.
1987. Epidemiology of aflatoxin formation by Aspergillus flavus. Ann. Rev. Phytopathol.
25:249-270.