INTRODUCCION
Hongos del género Fusarium y Aspergillus son responsables de la producción de metabolitos tóxicos para los cerdos, como la Fumonisina (F), de la que se conocen diferentes subtipos (B1, B2, B3). En el cuadro clínico de intoxicación por FB1 se puede observar distrés respiratorio, disminución de la ganancia diaria de peso y, en casos agudos, muerte (Dilkin y col. 2004). Dietas con concentraciones de 5μg FB1/gr han sido reportadas que pueden producir daños patológicos en diferentes órganos (Gbore, 2007). En Argentina, según Garrido y col. (2012), en un trabajo sobre micotoxinas presentes en maiz de diferentes áreas del país entre 1999 y 2010, más del 90% de las muestras analizadas (3264) por HPLC fueron positivas a FB1, con concentraciones promedio anuales de 0,1 - 7,9μg FB1 El objetivo de este trabajo fue describir un caso de intoxicación aguda por FB /gr, 1 en cerdos repreoductores.
MATERIALES Y MÉTODOS
El caso se presentó en un sistema al aire libre de 30 madres, ubicado en la zona rural de Río Cuarto. La alimentación de los reproductores era a base de grano de maíz partido. Durante la primer semana de junio y en el transcurso de 3 días se murieron 6 hembras (20% del plantel) y un padrillo. Previo a la muerte, los animales manifestaron signos clínicos como dificultad respiratoria, taquipnea y muerte aguda con presencia de líquido espumoso en los ollares. Se realizó necropsia a una de las hembras muertas, donde se observaron las lesiones anatomopatológicas y se tomaron muestras de pulmón, hígado, riñón y bazo para bacteriología (agar sangre y McConkey) e histopatología (hematoxilina/eosina). Además, debido a las lesiones anatomopatológicas y a que el maíz, comprado unos días atrás, presentaba granos partidos, de color anormal y olor rancio, se tomaron muestras de maíz y del alimento para la determinación de fumonisina por HPLC-MS/MS.
RESULTADOS
A la necropsia se observó cianosis en la piel, hidrotórax, edema subpleural, interlobular e interlobulillar (fotos A y B). Los espacios interlobulillares se encontraban engrosados, demarcando el pulmón en toda su superficie y en profundidad, sin alteraciones evidentes del parénquima pulmonar. No se observaron lesiones anatomopatológicas macroscópicas en el resto de los sistemas.En los cortes histopatológicos (h/e) de pulmón se observó la presencia generalizada de un material hialino eosinofílico en la luz de los alvéolos y bronquiolos, con incremento de histiocitos y proliferación de neumocitos tipo-2.
En la mayoría de los vasos se pudo observar una hiperemia activa y pasiva, con presencia en algunos casos de un material hialino engrosando la media de los vasos. En el hígado se observó la presencia de necrosis coagulativa peri-centro-lobulillar, generalizada con desorden de los sinusoides, activación de células de kupffer con vacuolas citoplasmáticas y marcada congestión centrolobulillar con presencia de eritrocitos en el lobulillo y moderada congestión de los vasos perilobulillares (foto C).
El riñón presentó una degeneración vacuolar en las células del epitelio de los túbulos proximales, más marcada en la zona próxima a la medula que en la peri cortical, hiperemia con una moderada reacción de la media de los vasos. Por último, en el bazo se observó una marcada depleción linfoidea con presencia de linfoblastos en diferentes estadios de inmadurez (foto D). En el maíz se pudo determinar la presencia de 12.58μg FB1/gr.
DISCUSIÓN
Las lesiones encontradas en el sistema respiratorio coinciden con las reportadas por Dilkin y col. (2004) en animales expuestos experimentalmente con FB1, aunque, en ese caso los autores no encontraron lesiones renales, las que si fueron descriptas en trabajos similares (Gbore, 2007). Si bien la concentración de FB1 encontrada fue menor a los 30μg FB gr reportados por Dilkin y col. (2004) como necesaria para producir efectos patológicos, en este caso se evidenciaron lesiones inclusive muerte de cerdos. Se debe considerar también, que la dieta de los animales era exclusivamente a base de maíz, lo que sumado al elevado consumo de esta categoría, podría haber favorecido los efectos tóxicos de este metabolito y la aparición de cuadros clínicos. Debería considerarse además, la posibilidad de que existieran efectos sinérgicos con otras micotoxinas, lo que ha sido descripto por varios autores (Luongo y col. 2008).Los resultados de este trabajo destacan la importancia del control en la calidad de las materias primas para la formulación de alimentos, sobre todo si se tiene en cuenta lo reportado por Garrido y col. (2012), sobre la alta prevalencia de FB, en el maíz de la región y la frecuente asociación con otras micotoxinas encontradas.
REFERENCIAS
Dilkin y col. (2004) Ciência Rural 34(1): 175-181. Gbore, (2007) Am. Eur. J. Scient. Res. 2(2): 75-79. Garrido y col. (2012) Food. Control 25: 660-665.
Luongo y col. (2008) Toxicon 52: 156-162.