El productor y gerente deben apoyarse en un equipo de gente honesta y eficiente, pero también deben entender más la parte técnica de su negocio. El conocimiento les facilitará tomar decisiones que les darán ventajas competitivas en el mercado. Quedaron atrás los tiempos en que para ser un productor ideal bastaba con comprar barato, vender caro y así, ganar mucho dinero. Ahora hay que planear, ejecutar, supervisar; es decir, debe administrarse el funcionamiento técnico de la granja pero, bajo la óptica del conocimiento científico.
La nutrición práctica descansa en conceptos científicos que el productor y zootecnista generalmente desconocen; sin embargo, vale la pena hacer un esfuerzo por entender aquellos de mayor importancia. Leonard Maynard, pionero en nutrición animal, lo visualizaba hace décadas: “Es necesario un profundo entendimiento de la interrelación bioquímica de los nutrimentos para hablar en forma inteligente acerca de la nutrición”. Y es que, para comprender las ventajas de la formulación moderna, debemos conocer conceptos científicos como los de: proteína ideal, aminoácidos digestibles y energía neta. En fin, para justificar y resumir lo hasta aquí expuesto, cito al científico universal, Carl Sagan: “El indiferente a la ciencia se vuelve crédulo y manipulable” (2).
Antes de abordar el tema de formulación moderna, es necesario “echar un vistazo” a los factores básicos que integran la nutrición del cerdo.
1. Los puntos clave de la nutrición del cerdo o, las “ cuatro patas de la mesa” en nutrición.
En producción animal, a menudo se cree que la nutrición se restringe únicamente a contar con fórmulas de alimento que sean muy “exactas” y por supuesto, las “más económicas”. Sin embargo, para que los animales expresen su potencial genético, impulsados por una nutrición rentable (no “barata”), es necesario involucrar cuatro elementos, básicos y prácticos, que se ilustran claramente con la analogía de la mesa (nutrición), y las cuatro patas que la sostienen. El meollo de la analogía es que los cuatro elementos deben estar presentes y, con el mismo nivel de importancia, de esta manera la mesa conserva el equilibrio y cumple con su función: nutrir a los animales. Si falta uno de ellos, total o parcialmente, la mesa de la nutrición se caerá, es decir, los animales no recibirán los nutrimentos y su desempeño será deficiente, lógicamente esto aumentará sus costos de producción. A continuación una breve explicación de cuáles son las “patas de la mesa”.
Las tres primeras “patas de la mesa” que hemos enumerado están relativamente en el campo de trabajo del nutriólogo; pero, la supervisión del adecuado consumo de alimento, depende mucho del sistema de control de las granjas (propietario, gerente). No olvidemos la analogía, basta con que falle una “pata de la mesa” para que ésta se caiga; es decir, de nada servirá que las otras sean sólidas y bien articuladas. Precisamente es aquí donde se genera mucha controversia ¿No funcionan las fórmulas o, no funciona el manejo alimenticio? Busquemos el equilibrio de la mesa de nutrición.
2. Formulación moderna. “Armando el rompecabezas”.
• Objetivo:
- Suplir un adecuado balance de proteína y energía.
- Maximizar el depósito de proteína (carne).
- Minimizar el depósito de grasa (manteca).
• Medios:
- Proteína ideal y aminoácidos digestibles.
- Energía neta.
- Aportes correctos de minerales y vitaminas.
- Aditivos rentables.
Con todo esto se logra el fin último: alcanzar una conversión alimenticia rentable.
3. Crecimiento del cerdo.
Es muy fácil entender lo que significa “crecimiento”, simplemente es el aumento de tamaño. Pero las diferentes partes del cuerpo crecen con distintas velocidades o, dicho de otra forma, crecen en diferentes proporciones. Así, en el cerdo recién nacido crece más, en proporción, el tejido nervioso (madurez cerebral) y, las vísceras. Ya en el cerdo joven crece en mayor proporción el hueso, el músculo y, finalmente, después de los 70 kg aproximadamente se deposita el tejido de reserva, es decir, la grasa.
¿Qué afecta el crecimiento de los cerdos?
- Genética.
- Alimento (nutrición y manejo alimenticio).
- Sexo.
- Clima.
- Microclima.
- Época del año.
- Instalaciones.
- Peso al destete.
- Responsabilidad del trabajador.
Cuando hay pobre desempeño en el crecimiento del cerdo, que no se debe a enfermedades clínicas, a menudo se culpa “automáticamente” al alimento. Pero hay que tomar en cuenta que el crecimiento adecuado del cerdo (en velocidad y rendimiento magro), está influenciado por una gama amplia de factores (solamente se enumeran pues, su explicación detallada requeriría de varias decenas de páginas).
En pocas palabras, es importante que el productor, gerente o trabajador no culpen inmediatamente al alimento del pobre desarrollo de sus cerdos, podría ser otra la causa (3).
Desde le punto de vista comercial (rentabilidad), el crecimiento más importante, por su valor económico, es el del tejido muscular, o sea, la carne de cerdo. Esta aseveración implica una diferenciación del crecimiento, es decir, no solo nos interesa que el cerdo crezca en cantidad (kilogramos), sino en calidad (mayor porcentaje de tejido muscular o magro). Analicemos en las siguientes imágenes la cantidad de carne y de grasa en la chuleta de cerdo.
Queda claro que las relaciones músculo y grasa son diferentes. Pues bien, la nutrición juega un papel importante en el logro de este objetivo. Afortunadamente es más barato producir carne
4. Es más barato producir músculo que grasa.
Se ha establecido que el depósito de 1 gramo de proteína requiere de 10.6 calorías y, el depósito de 1 gramo de grasa requiere de 12.5 calorías (similar); sin embargo, en números redondos, un kilogramo de tejido muscular contiene 25% de proteína y 75% de agua, mientras que un kilogramo de tejido adiposo contiene 90% grasa y 10% de agua. Entonces, con simple aritmética se calcula que depositar 1 kilogramo de tejido muscular requiere de unas 2,650 calorías mientras que, depositar 1 kilogramo de grasa requiere de unas 11,250 calorías; es decir, para depositar tejido graso se requiere 4 veces más energía que para depositar tejido muscular (cuadro 1).
Memoria de cálculo.
- El tejido muscular y el tejido graso contienen: agua, proteína y grasa en diferentes proporciones.
- En el cuadro 1 se calcula y compara la energía necesaria, tanto para producir 1 kg de músculo, como para producir 1 kg de grasa. La aritmética es la siguiente:
- El depósito de agua en el tejido muscular y en el tejido graso no implica gasto energético.
- El gasto energético para depositar proteína en el músculo se realiza multiplicando la energía necesaria para depositar 1 gramo de proteína (10.6 calorías) x 250 gramos de proteína que tiene 1 kg de músculo (10.6 x 250 = 2,650 cal).
5. Formulación moderna y proteína.
A continuación una lista de los temas que se hace necesario comprender:
- Los conceptos básicos.
-
- Proteína y aminoácidos.
- Aminoácidos esenciales y no esenciales.
- Aplicaciones prácticas.
-
- “Proteína ideal”.
- Aminoácidos digestibles.
A) Orientación general.
La formulación moderna de proteína es más precisa y relativamente más sencilla pues trabaja con:
-
- Requerimiento, como tal, de un sólo aminoácido (lisina).
- Otros 3 aminoácidos (metionina, treonina, triptófano), se ajustan en proporción a la lisina.
- Se trabaja con aminoácidos digestibles y la formulación es mucho más realista que con aminoácidos totales.
- El aporte de aminoácidos de cada ingrediente del alimento se ajusta según el nivel de proteína de los mismos.
B) Hechos.
1) Hay muchas clases de proteínas pero, todas son cadenas formadas por eslabones que son los aminoácidos (de diferentes tipos y en diferente orden).
2) El cerdo necesita aminoácidos, no proteína.
3) Un aminoácido es cualquier compuesto que contenga grupos amino (-NH2) y grupos ácido carboxilo (-COOH). Ver esquemas, como ejemplo, dos de los aminoácidos limitantes: lisina y metionina.
4) Cada especie animal necesita por día diferentes niveles de cada aminoácido.
5)El cerdo requiere de 20 aminoácidos.
a) Algunos de estos aminoácidos los puede sintetizar a partir de carbohidratos o bien, otros aminoácidos. Es decir, hay aminoácidos que no es necesario que estén en la dieta, se llaman no esenciales.
b) Hay otros aminoácidos que no los puede sintetizar el cerdo y por tanto, deben estar en el alimento, son los llamados aminoácidos esenciales (10 de los 20).
C) Formulación para “Proteína ideal”.
Actualmente el título “Proteína ideal” tiene poca relación con el concepto práctico en formulación pues, ni es proteína, ni es ideal. Es necesario entender la evolución de este concepto.
Desde la década de los cincuentas, se postuló que: la proteína del alimento que se pareciera más a la proteína del músculo sería la proteína “ideal” (que dos proteínas se parezcan quiere decir que son similares en su composición de aminoácidos). Entonces, la forma más simple de nutrir a un cerdo sería alimentarle con una proteína que tuviera la misma composición de aminoácidos que la proteína muscular del cerdo (gráfica 1).
En Inglaterra, el ARC (Cole et al) trabajó en los setentas y ochentas en este concepto. Pero, mientras el ARC lo defendía, la idea fue aplicada de otra forma: Mantener una relación de los aminoácidos con respecto a la lisina; por ejemplo, la metionina sería el 27% del requerimiento de lisina o bien, la treonina sería el 58% del nivel de la lisina. Esto resultaba bastante práctico pues simplificaba mucho la investigación y la formulación de alimentos.
Entonces, para la formulación de dietas con el concepto de “proteína ideal”, basta con calcular el nivel de lisina (g/ kg de alimento) y, el aporte de los demás aminoácidos sólo se ajustará para conservar las mismas proporciones.
Un ejemplo con números reales: En el caso “A” (Gráfica 2), se decide trabajar, para la etapa de finalización, con un requerimiento de Lisina digestible de 7 gramos por kg de alimento, para el caso “B” (Gráfica 3), se decide trabajar con 6 gramos. En las gráficas se muestran los gramos de los demás aminoácidos para conservar las mismas proporciones con respecto a la lisina. Por ejemplo, la metionina debe ser el 27% de la lisina, entonces para el caso A, donde la lisina son 7 gramos la metionina deberá ser 1.89 gramos, pero en el caso “B” donde la lisina son 6 gramos la metionina deberá estar en 1.62 gramos por kilogramo de alimento.
La definición actual de “proteína ideal” dice: Entre los aminoácidos esenciales hay un patrón dietario óptimo que se corresponde con las necesidades de los animales. Así, los aminoácidos se expresan en proporción a la lisina.
D) Formulación con Aminoácidos digestibles.
Es un hecho que, una proporción de cada aminoácido ingerido en la dieta no es absorbida a través del intestino; pero además, entre los ingredientes varía el porcentaje absorbido de cada aminoácido. Por ejemplo, la disponibilidad de la lisina en diferentes ingredientes puede ir del 34 al 95% (gráfica 4).
Las diferencias en los valores entre aminoácidos totales y aminoácidos digestibles son considerables, tanto en los ingredientes (11 a 22 puntos porcentuales), como en los requerimientos del cerdo (13%), cuadros 3 y 4 (NRC cerdos 1998):
4. Baja la excreción de nitrógeno contamínate al ambiente.
¿Bueno y?
No se trata de formular alimentos baratos para el cerdo sino de, alimentos rentables, por eso es necesario evaluar la Conversión Alimenticia (C.A.), de las fórmulas. La inversión por kilogramo de alimento será mayor pero, se logrará un mejor aprovechamiento del alimento es decir, más kilogramos de peso a la misma edad que, pagarán el costo del alimento.
Espero que con esta explicación el productor y gerente entiendan mejor esta parte técnica- nutricional (formulación moderna de proteína), de su granja de cerdos. En la segunda parte de éste artículo abordaré otra herramienta moderna de formulación para hacer más rentable la cría de cerdos: “Formulación Moderna y Energía Neta”.
BIBLIOGRAFÍA.
1) Nutrient Requirements of Swine 10th ed. 1998. National Research Council (pp 16 – 44, 103 a 106).
2) Batterham E. Protein and Energy Relationships for Growing Pigs in: Principles of Pig Science: Cole D, Wiseman J, Varley M. Nottingham University Press. 1994 (pp 107-120).
3) Lange C. and Möhn S. Feeding Management of Grower - Finisher Pigs in: Diseases of Swine, 8th ed. Stra B, D’ Allaire S, Mengeling W, Taylor D. Iowa State University Press. (pp 1057 – 1065).