El desarrollo y puesta en práctica de todo programa productivo esta anclado a los criterios de:
- Fiscalización
- Extensión
Es aquí donde debemos diferenciar muy netamente lo que es un PLAN y lo que significa un PROGRAMA y si nos vamos a la etimología de ambas palabras vamos a ver que cuando hablamos de plan nos estamos refiriendo a un documento que contempla en forma ordenada y coherente las metas, estrategias, políticas, directrices y tácticas en tiempo y espacio, así como los instrumentos, mecanismos y acciones que se utilizarán para llegar a los fines deseados. Un plan decimos que es un es un instrumento dinámico que puede experimentar modificaciones en sus componentes en función de la evaluación periódica de sus resultados. Esta representado por un conjunto de medidas Gubernamentales o Intergubernamentales que tienden organizar o desarrollar una actividad económica, sanitaria o social; en cambio un programa es un instrumento normativo del sistema de planeación democrática cuya finalidad consiste en determinar y detallar las orientaciones generales que luego se van a aplicar en el plan , mediante la identificación de objetivos y metas.
Según el nivel en que se elabora los programas se clasifican en:
Global
Sectorial
Institucional
Específico
De acuerdo a su temporalidad:
1. Corto Plazo
2. Mediano Plazo
3. Largo Plazo
De acuerdo a l Ámbito Territorial:
- Local
- Provincial
- Nacional
- Región
Este conjunto homogéneo y organizado de actividades a realizar que esta representado por el programa, debe contar con dos condiciones imprescindibles para ser catalogado como tal y son: la imputación de recursos previamentedeterminados y la determinación de una unidad responsable. Ya aquí surge la pregunta: Que debemos hacer primero? Y se desglosa de este interrogante que para llevar a cabo planes debemos tener desarrollado un programa determinado, de lo contario los planes serían medidas espasmódicas y sectoriales que tiendan a concentrar la actividad en lugar de atomizarla. Y esto es lo que ocurre corrientemente cuando desde el estado o las organizaciones intermedias se trazan planes específicos y coyunturales que cuando se experimentan cambios de autoridades o de mercado quedan en el cajón o pierden vigencia, pues al no tener recursos determinados ni una específica unidad responsable no logran perdurar en el tiempo Un programa tiende a transportarse en el tiempo, es la base fundamental en la cual todos los planes se van desarrollando y es la base del macro-emprendimiento productivo y económico sobre la cuál se asienta el desarrollo económico de una provincia o un país.
El sector porcino de la Argentina carece de Programa, los productores se encuentran indefensos y no reciben la cuota de confianza que otorga un programa con base firme y solidaria, esto nos hace pensar que la manera correcta y natural de desarrollar un programa tiene que estar basada en una firme concertación plural que tome representación de todos los eslabones que tienen incumbencia en la actividad, es abrir la mesa de discusión con toda la cadena y la sociedad siendo quizás la forma más justa y coherente de terminar con la hipocresía y el egoísmo, y encarar un programa de desarrollo, es pensar que un pequeño productor por más pequeño que sea produce para todos y alimenta el sistema. En nuestro país es posible que actualmente estemos cerca de las 3.500.000 cabezas de stock, es posible que más del 70% u 80% de estos productores sean de menos de 200 madres, es posible que los poseedores de los animales de traspatio sean mucho más de lo que estimamos. Pero no lo sabemos con exactitud, y es aquí donde surge el primer surge el primer problema.
Se puede trazar un programa con suposiciones y surge la pregunta: Debemos hacer una evaluación cuali y cuantitativa de nuestras de nuestra explotaciones? La respuesta facilsita seria "no es necesario" pero la respuesta seria y responsable sería "debemos comenzar con ello" Pero acá aparece lo que muchos productores piensan "si yo les confieso lo que tengo y hago me van a controlar y de paso tener que aportar sobre algo que no me da la renta necesaria para vivir y progresar",el estado me saca¿ pero no me da nada a cambio? y he aquí esta la teoría que he escuchado plantear a innumerable cantidad de productores; la del socio no deseado que es aquel que comparte nuestras ganancias pero no lo hace con nuestras pérdidas, es aquel que es un eficiente controlador pero carece del mecánica extensionista.
Es por eso que el Estado debe contar con el auxilio de un Programa de Desarrollo Porcino que surja del consenso de la cadena y que aporte al productor la idea de desa-rollo sustentable, mejoramiento cuali y cuantitativo de la producción, igualdad de oportunidades, previsibilidad del negocio, expansión, mejoramiento global, excelencia sanitaria, excelencia productiva .En ese sentido se han llevado a cabo innumerables reuniones , mesas y foros, en muchas de ellas yo he participado, se ha avanzado en criterios específicos pero aún no sobre la cuestión programática.
Durante los últimos 30 años el porcino en la Argentina ha crecido en calidad técnica, genética y organoléptica de su carne, quizás tengamos los mejores cerdos de América latina, fuimos pasando de ser una actividad secundaria del campo a transformarse en una actividad principal, pasamos de ser criadores de cerdos a ser productores porcinos, sufrimos dumping, vimos fundirse a muchos de ellos, vimos muchos golpear las puertas de los ministerios y bancos en busca de ayuda y salir con las manos vacías, tuvimos bruscos descensos de producción y crecimiento en diferentes etapas, estamos en condiciones de crecer, de transformar a la carne de cerdo en una carne alternativa de alta digestibilidad para alimentar nuestro pueblo, tenemos la materia prima y lugares con climas ideales para producir, podemos tener muchos nuevos productores si elaboramos un programa de desarrollo porcino eficiente, pero necesitamos el apoyo del estado y de las entidades del campo que nos ayuden y se comprometan trazar un Programa de Desarrollo Porcino que apuntale la actividad para los próximos 40 años.
Si se lograra el ingreso del porcino como carne alternativa a la sociedad muchos problemas se solucionarían. No debemos olvidar que el consumo de carne fresca porcina ha aumentado casi el 120 % en el último año, que si tazamos un paralelismo con nuestro vecino del MERCOSUR Brasil veríamos cuanto nos falta por recorrer par lograr ten siquiera estar cerca (Grafico I ). Del análisis surge que para poder equiparar el stock de relación con Brasil debemos aumentar mas de tres veces nuestro stock lo cuál sugiere un importante aumento productivo, estamos hablando de un stock de 11.515.000 animales que no alcanza con hacer crecer las producciones actuales, sino que debemos crecer en productores.
La necesidad de contar con más stock esta ligado íntimamente a el desarrollo de un Programa de Desarrollo Porcino pues es el instrumento que otorga más transparencia, seguridad, previsibilidad, al negocio; es la forma de atraer mas productores; es la forma de generar más trabajo y expansión de la cadena; lo cuál esta en concordancia con la pluralidad y ordenamiento que representa la política. Aquí estamos hablando de política activa, de compromiso y de crecimiento.Es de esta manera que estaríamos contribuyendo a la protección de de la producción bovina que traería aparejada la recuperación del stock en primer término y la generación de saldos exportables como balance final.
El estado y las organizaciones intermedias deberían pensar como se podrían descomprimir los enfrentamientos que logren restablecer la paz social y posibilitar un crecimiento armónico de la sociedad en su conjunto. Quizás pensando en que gran parte de lo que se exporta como materia prima pueda ser volcada a esa gran fábrica de proteína que representa al cerdo, se pueda llegar a contribuir con un granito de arena para lograr la paz social tan anhelada por todos. Es de esta manera que estaremos en la posibilidad de darle trabajo y bienestar a muchos argentinos que hoy lo están esperando.