Introducción
La nutrición juega un papel clave en la producción de todas las especies animales. En la actualidad, el manejo nutricional de la cerda gestante se limita en general al suministro de un mismo alimento durante toda la gestación, ajustando la cantidad administrada en función de la semana de gravidez. Sin embargo, esto no tiene en cuenta que el crecimiento exponencial de los lechones durante el último tercio de gestación modifica los requerimientos nutricionales de la cerda (De Vos y col. 2014). Tal es así, que diferentes estudios han propuesto una relación importante entre la nutrición en esta etapa y los índices productivos de la cerda en maternidad (Chris y col. 2012; Muns y col. 2016). El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de la suplementación nutricional en cerdas con expeller de soja durante el último tercio de gestación en el peso de sus lechones nacidos vivos.
Material y métodos
Se llevó a cabo un estudio experimental durante 20 semanas consecutivas en una granja confinada. Con el fin de evaluar el efecto del suplemento nutricional se registró el peso al nacer de 2 grupos de lechones: unos procedentes de 95 cerdas tratados con suplemento (grupo tratado) y 97 cerdas no tratadas (grupo control). Cada grupo de servicio semanal (n=12) fue asignado de forma intercalada a los grupos control y tratados. Todas las hembras pertenecían a la misma línea genética y comenzaron a ser consideradas para este estudio al cumplir los 90 días de gestación. Las cerdas se alojaron en un galpón con ventilación natural, en jaulas individuales de 2 metros por 0,6 metros. El sistema de alimentación era totalmente automatizado con regulador individual por jaula. Todas las cerdas fueron alimentadas con una ración balanceada para gestación en dos tomas diarias. A partir de los 90 días de gestación, se incrementó la cantidad de alimento ofrecido en ambos grupos a 2,8 kilogramos por día y en el grupo tratado se adicionó 400 gramos de expeller extrusionado y prensado de soja (de composición nutricional conocida) una vez al día, conjuntamente con la oferta de alimento de la mañana. Para pesar los animales se utilizó una balanza electrónica calibrada con un máximo de 15 kg y un error de 0,005 kg. Los pesos de ambos grupos de lechones se analizaron y compararon con un modelo de bloques aleatorizados teniendo en cuenta las cerdas como efecto bloque y realizando una prueba ANOVA.
Resultados
En el grupo control se estudiaron un total de 1040 lechones nacidos vivos con un peso mínimo al nacimiento de 0,750 kg y un peso máximo de 2 kg y una mediana de 1,200 kg (Rango 1,250). Mientras que en los 1103 lechones nacidos vivos de las cerdas del grupo tratado, el peso mínimo de nacimiento registrado fue de 0,800 kg y el máximo de 2,500 kg, con una mediana de 1,400 kg (Rango 1,700) (Gráfico 1). En la comparación entre grupos se observaron diferencias estadísticamente significativas (p-valor<0,01) entre los lechones de cerdas tratadas con respecto a los controles, mientras que el efecto individual de la cerda no fue significativo. El porcentaje de lechones cuyo peso al nacimiento fue superior a 900 gr. fue del 87% (n=887) y 96% (n=1053) para los grupos control y tratados respectivamente.
Figura 1. Comparativa global del peso en el grupo de lechones controles y tratados con suplemento
Tabla 1. ANOVA del peso de los lechones según el grupo tratado y control

Discusión
Si bien se observó una mayor dispersión en el peso de lechones en el grupo tratado con respecto al control, evidenciado por un mayor rango en este último, la suplementación con expeller de soja a cerdas durante el último tercio de gestación incrementó el peso de los lechones nacidos vivos en un promedio de casi 200 gr con respecto al grupo control. Según lo planteado por De Vos y col. (2014), esta diferencia podría deberse al incremento en el aporte de aminoácidos esenciales como la Arginina en la dieta, ya que, por ejemplo, la adición de 400 gr de expeller de soja aportó 3,2 gr de este aminoácido a la dieta base. Por otro lado, considerando que según Chris y col. (2012), los lechones con un peso al nacimiento por debajo de los 900 gr tienen menos del 60% de probabilidades de supervivencia con respecto a lechones más pesados, en los resultados obtenidos el porcentaje de lechones por debajo de ese peso fue menor en el grupo tratado (4%) con respecto al control (13%). Si bien no fueron medidas en el presente trabajo, se podría inferir que bajo estas condiciones se mejoraría la mortalidad predestete y posiblemente el número de lechones destetados por cerda por año, sobre todo porque según Muns y col. (2016) el peso al nacimiento es un factor determinante en la supervivencia de los lechones en la maternidad, debido a que influye sobre la capacidad de termorregulación y crecimiento del recién nacido.
Bibliografía
1. Chris y col. 2012. IPVS Korea. RO-086.
2. De Vos y col. 2014. Journal of Animal Physiology and Animal Nutrition 98:609–619.
3. Muns y col. 2016. Livestock Science 184: 46–57.