Nutrir... una inversión a largo plazo: alimentar a las primerizas de reemplazo

¿Cuál es la definición de éxito en un programa de desarrollo de primerizas? El desarrollo adecuado de las primerizas puede reducir las tasas de descarte y la mortalidad, aumentar la longevidad, dar como resultado cerdas más maduras con mayor inmunidad, maximizar el desarrollo de la glándula mamaria y aumentar la producción de calostro y leche. A continuación, enumeramos 5 estrategias de alimentación clave para lograr el éxito con las primerizas.

1. Vitaminas y minerales: agregue más fósforo que las líneas terminales, considere fuentes de oligoelementos orgánicos o quelados y agregue colina, piridoxina, ácido fólico y biotina adicionales.

¿Por qué? Los niveles recomendados de fósforo para la mineralización ósea son un 8% más altos que para el rendimiento del crecimiento. La suplementación con oligoelementos orgánicos puede reducir la incidencia de osteocondrosis. Las vitaminas adicionales participan en las funciones reproductivas y, a menudo, no se incluyen en las premezclas para cerdos de engorde.

2. Desarrollo mamario: Desde los 90 días de edad hasta la pubertad, no restringir demasiado el aporte energético; Evite la sobrealimentación primerizas al final de la gestación.

¿Por qué? La sobrealimentación de las primerizas al final de la gestación depositará más grasa en las glándulas mamarias, lo que reducirá la producción de calostro y leche

3. De rápido crecimiento: Restrinja el crecimiento de las primerizas antes de la inseminación cuando las primerizas pesen más de 160 kg.

¿Por qué? Evite la reproducción de primerizas con sobrepeso controlando la tasa de crecimiento entre los 100 y 200 días de edad.

a) Nutrición: Disminuir el contenido energético de la dieta del 13 al 25%, o del 10 al 20% de Lys:Cal, puede retardar el crecimiento sin afectar el rendimiento reproductivo. Sin embargo, puede retrasar la pubertad. Revise las fórmulas de la dieta para asegurarse de que no contengan ningún ingrediente o inclusión que promueva un crecimiento más rápido. Las dietas con una mayor inclusión de fibra no ralentizan el crecimiento de las primerizas la mayor parte del tiempo debido a su capacidad para compensar con un mayor consumo de alimento.

b) Manejo: Utilice comederos secos con alimento en forma de harina. Tenga cuidado al reducir la disponibilidad de espacio en el comedero o aumentar la densidad ganadera. Estas estrategias podrían estimular interacciones agresivas y morderse las orejas y la cola.

4. Alimento de flujo: Solo alimente de flujo a las primerizas que podrían no alcanzar el peso corporal objetivo en el momento del servicio.

¿Por qué? La alimentación intensa solo mejora el rendimiento reproductivo cuando las primerizas están por debajo del peso objetivo para la reproducción. Como ejemplo, solo se prevé que las cerdas primerizas con alimentación al día sean inseminadas en el segundo estro pero que pesen < 120 kg en el primer estro. La alimentación masiva de todas las primerizas dará como resultado un rebaño con sobrepeso y un mayor coste de mantenimiento del peso corporal. La alimentación abundante durante 7 días antes del servicio proporciona el mayor beneficio en el total de nacidos sin aumentar la grasa dorsal.

5. Gestación Temprana: No alimente a las primerizas por debajo de los requisitos de mantenimiento y crecimiento y evite alimentarlas más de 7,5 Mcal de EN/día. Tarde: A menos que la condición corporal sea baja, evite la alimentación por golpe.

¿Por qué? Las primerizas sobre acondicionadas pueden tener un menor tamaño de camada y un menor consumo de alimento y producción de leche durante la lactancia. La alimentación simultánea mejora ligeramente el peso al nacer, pero aumenta la tasa de mortinatos y reduce la ingesta de alimento durante la lactancia y la producción de calostro y leche.

Una forma sencilla de persuadir a los profesionales porcinos sobre la importancia de alcanzar la excelencia en el manejo y alimentación de las primerizas es recordarles que las cerdas con un rendimiento notable a lo largo de su vida son sin duda una consecuencia de un programa exitoso de desarrollo de las primerizas.