Por:Juan Ramiro Llamas, Director - Llamas Laboratorio y Servicios y Asesor en control de procesos, materias primas y productos elaborados. Argentina
La mayoría de las Inmunoglobulinas presentes en el suero porcino son las del tipo IgG, IgM e IgA. Claramente, la razón más importante para medir la concentración de Inmunoglobulinas es para determinar la correcta transferencia pasiva a los lechones recién nacidos.
Numerosos estudios han demostrado que los lechones en los cuales se ha detectado bajo nivel de Inmunoglobulinas (Falla de Inmunidad Pasiva) son más susceptibles a las infecciones y es la causa de la mayor cantidad de infecciones y muertes neonatales.
En porcinos no hay transferencia de Inmunoglobulinas vía placenta, de modo que los lechones nacen casi “agamaglobulinémicos” (tienen bajas cantidades de IgG e IgM).
Previo al parto, se produce una concentración de Inmunoglobulinas en el calostro, en especial las del tipo IgG, con menor presencia de IgM e IgA.
Cuando los lechos obtienen el calostro, las Inmunoglobulinas son absorbidas a través del epitelio intestinal y vía linfática llegan al torrente sanguíneo. Las camadas que han tenido una adecuada transferencia pasiva (dada por una temprana toma de calostro), tienen concentraciones de IgG similares o mayores a las del suero de la madre.
Los valores normales post amamantamiento se detallan en la Tabla 2.
Método para determinar un correcto calostrado:
Muestras: Tomar muestras de sangre a lechones de 1 a 7 días de vida, eligiendo de diferentes tamaños y condición corporal e identificando de esa forma las muestras. Elegir lechones de diferentes camadas y consignar el número de parto de las madres.
En caso de reacomodar camadas, identificar si el lechón fue cambiado de madre.
Diagnóstico: Por medio de un Kit de Inmunodifusión radial para determinar concentración de IgG.