La PPA apareció en Georgia en el año 2007 y no ha sido posible pararla. Hoy, enero 2018, la mencionada amenaza sigue aumentando, a pesar de todas las medidas tomadas, a medida que pasa el tiempo. En efecto, la Peste Porcina Africana (PPA) sigue mostrándose cada vez más activa y se va detectando su presencia en nuevas zonas, hasta ahora en los Estados del este de la Unión Europea, aunque también está presente fuera de las fronteras de la misma.
Al principio, solo se reportaron casos de PPA en los jabalíes, pero después la enfermedad pasó a ser detectada en explotaciones con porcino doméstico. Inicialmente, fueron 4 Estados los implicados: Estonia, Polonia, Letonia y Lituania. En junio del año pasado la enfermedad hizo su primera aparición en jabalíes en República Checa; desde entonces, se ha dado en ella la aparición de un goteo continuo de casos, si bien, hasta ahora, todos ellos han afectado solo a jabalíes.
Por otra parte a finales del año pasado, la presencia de la enfermedad avanzó dentro de Polonia, moviéndose hacia la zona de Varsovia; es decir, alcanzando la zona occidental del país, zona en la que hasta ahora solo se han declarado focos en jabalíes (no hace falta incidir en el elevado estado de preocupación en que está sumida Alemania, donde se están reforzando las medidas de bioseguridad; precisamente hace unos días surgió el rumor de que la PPA había aparecido en Alemania, pero este extremo ha sido negado por las autoridades de este Estado).
Desde junio del pasado año 2017 hasta la actualidad, han sido declarados por los mencionados Estados afectados cerca de 3.100 focos en jabalíes y unos 125 focos en granjas porcinas. Ello supone un aumento muy significativo si se compara con lo acontecido a lo largo de 2016.
En estas últimas fechas se ha declarado también un foco de Peste Porcina Africana en cerdo doméstico en Rumanía. En efecto, los Servicios Veterinarios Oficiales de Rumanía han comunicado recientemente un foco de Peste Porcina Africana (PPA) en una pequeña explotación porcina. Se trata de una explotación con un censo de 34 animales. La explotación afectada se encuentra situada en Micula, localidad perteneciente a la región de Satu Mare (donde, ya en el verano pasado, se confirmaron dos focos de PPA en dos explotaciones porcinas de traspatio, un sistema productivo que es sumamente difícil de controlar desde la perspectiva sanitaria). Esta explotación con 34 cabezas está ubicada cerca de la frontera con Hungría y se encuentra también próxima a la frontera con Ucrania, país en el que la enfermedad se encuentra ampliamente distribuida (en Ucrania se confirmaron en su momento 60 focos en explotaciones de porcino doméstico y 31 focos en jabalíes).
La presencia de PPA también se ha confirmado en la parte más occidental de la Federación Rusa; en ella han sido declarados 101 focos en porcino doméstico y 37 en jabalíes. Cabe destacar también la reaparición de la enfermedad en Moldavia a finales de 2017, con la declaración de 2 focos en granjas con porcino doméstico y 3 en jabalíes.
Por su parte, el MAPAMA ha confirmado que no hay movimientos de riesgo desde las zonas afectadas a España. Esto es cierto en estos momentos, pero puede cambiar si la PPA sigue propagándose en la Unión Europea.