Uno de los grandes olvidados en la granja es el proceso de recepción y conservación de las dosis seminales.
Las personas que nos hemos dedicado a gestionar grandes CIAs comerciales somos especialistas en producir dosis seminales de una gran calidad y seguridad para la granja. Quedando como materia pendiente su control una vez recepcionada.
Como bien es conocido por todos , la célula espermática una vez colectada, comienza a perder sus características, situación que buscamos aminorar a través del uso de diluyentes, control de las temperaturas de conservación, entre otras.
Las temperaturas deben oscilar alrededor de los 17°C (16°C/18°C), para evitar problemas, como los daños en membranas por temperaturas inferiores al umbral mínimo, o bien evitar la movilidad de la célula espermática y el aumento de los crecimientos microbianos por encima del umbral superior.
Control del proceso en granja
El fundamento de este procedimiento es tener un registro fehaciente de trazabilidad de las dosis desde que es recibida en la granja, hasta su uso el día de la inseminación, para lo cual es necesario establecer procedimientos claros y rutinarios. Algunos de los cuales se detallan a continuación:
Recepción de las dosis: es necesario registrar la hora de recepción, temperatura a la que llegaron, matrícula del vehículo y nombre del transportista en lo posible.
Nevera: debemos contar siempre con una nevera adicional. Las consecuencias a nivel reproductivo en caso de una avería serían cuantiosas en relación al valor de la misma.
Ubicación de la nevera: debe estar en un ambiente adecuado (20/25°C) para su correcto funcionamiento. Acompañada en la medida de los posible por un aire acondicionado frío/calor que en épocas de temperaturas extremas ayude al correcto funcionamiento de la misma. El espacio entre la pared y la misma debe ser al menos de 2-3 cm.
Tiempo de ingreso de las dosis a la nevera: es importante que una vez recibidas las dosis, se ingresen lo antes posible a la nevera de conservación.
Disposición: deben ser extraídas del envoltorio y dispuestas de manera individual. Sin obstruir las salidas de aire de la nevera.
Sectorización en la nevera: se debe tener en cuenta la disposición de las dosis respecto a las diferentes líneas genéticas (terminal/finalizador/abuelos/etc.) y sus fechas de caducidad.
Data logger: debe ser incorporado siempre en la nevera para medir la temperatura, independientemente de la lectura del display. Se pueden programar mediciones cada 10/ 15 minutos, con el objetivo de controlar su funcionamiento para así poder tomar cualquier tipo de decisión sobre el descarte o no de las dosis ante una eventualidad.
Se aconseja realizar la descarga y el análisis de los datos al menos 3 veces por semana.
Apertura de la nevera: se debe realizar la menor cantidad de veces y con la mayor celeridad posible.
Mantenimiento de la nevera: realizar limpiezas periódicas y mantenimiento anual con un técnico oficial.
Se recomienda adicionar un estabilizador de tensión.
Extracción y transporte de las dosis: al extraerlas es recomendable su estabilización por un período de 15-20 min. a temperatura ambiente. Durante este tiempo corroborar: fecha de caducidad, línea, y observación de la motilidad al microscopio en alguna de ellas.
Finalmente, su transporte al sitio de inseminación debe ser realizado en una nevera portátil.
Nunca se deben reingresar a la nevera dosis que ya se han extraído de la misma.
Con el fin de mejorar los parámetros reproductivos en la granja es vital el control de la trazabilidad de las dosis seminales durante todo el proceso.