Es bien conocida la afección por aumento de cuerpos cetonicos en sangre o hipercetonemia en varias especies en las que son descriptas debidas a desbalances metabólicos de etiologías variadas y siempre atadas al balance energético, en especial en lo que refiere al equilibrio entre carbohidratos y lípidos.
La bibliografía es bastante amplia en lo que respecta a la “cetosis bovina” para vacas de tambo principalmente, la “toxemia de la preñes” en ovejas, la cetoacidosis en pacientes diabéticos (humanos, perros, gatos). No así en la cerda, donde es una afección mucho más silenciosa en el signo principal y el único en la gran mayoría de los casos es la anorexia.
A grandes rasgos es una afección de una patogénesis bastante sencilla, que implica mecanismos similares, pero de distinta presentación clínica y epidemiológica. Esto se basa en una baja de glucosa por un aumento del requerimiento energético ya sea para la producción de leche o para nutrición de los fetos, no así en la cetoacidosis diabética.
En el ganado porcino los mecanismos para mantener la glucemia se basan en la absorción desde el intestino a base de sustratos como almidón, sacarosa, etc. Así como de la reserva hepática de glucógeno y de la obtención de atreves de la gluconeogenesis, principalmente proveniente de los ácidos grasos.
La hipoglucemia va a llevar a una disminución de la vía de embden meyerhof o glucolisis por ende una disminución del oxaloacetato. Concomitantemente habrá un aumento de la lipidemia y el consecuente incremento de la ß-oxidación, esto llevara a una elevada producción de moléculas de acetil-CoA. Al estas no encontrarse con suficiente oxaloacetato no podrán ingresar al ciclo de Krebs, por lo cual no continuarían su ruta metabólica normal o mayoritaria y deberán caer en la producción de cuerpos cetonicos, principalmente betahidroxibutirato (BHB).
La cetosis en la hembra porcina puede ser primaria o secundaria si es la anomalía energética la causa única y base del problema o si es secundaria a otra patología (metritis, mastitis, distocia, dolor, retención de fetos, cistitis, pielonefritis, endotoxemia, etc), respectivamente.
La cerda tiene dos momentos claves de alto requerimiento en los que comenzaran un balance energético negativo (BEN), a diferencia de las demás especies y estos son el periparto, debido a que los fetos han alcanzado un tamaño que condicionan la glucemia de su madre coincidente con el inicio de la producción de leche y el inicio del pico de lactancia (aproximadamente 14 dias posparto).
Curva de producción láctea.
Factores predisponentes
Cerdas excedidas de peso (cc > 3.5). Sus lipidemias serán mucho mayores y a la vez son animales que en general tienen un menor consumo.
Hembras hiperprolificas. Estas van a tener una mayor demanda nutricional los últimos 10 días de gestación que la media poblacional.
Dietas pre y pos parto de baja digestibilidad o pobres en aporte energético.
Cachorras. El metabolismo basal de estas es mayor dado que sus requerimientos basales están atados al evento anabólico de su propio organismo que se encuentra en crecimiento.
Hembras con más de 5 partos. Estas suelen tener consumos menores.
Cualquier causa de baja de consumo, (revisar manejo nutricional).
Cerdas de alta producción láctea.
Sintomatología
La única expresión en general es la anorexia. Puede presentarse a veces hiporexia, pero esta es a veces difícil de diferenciar clínicamente de otras causas de baja de consumo.
En ocasiones hay manifestación de polidipsia y rara vez nauseas.
Tratamiento
Estimular el consumo mediante mejora de la palatabilidad, ya sea agregando aceites, azúcar o melaza.
Se puede hacer dextrosa vía parenteral (preferentemente EV).
En última instancia reacomodar lechones en el resto de la piara.
Prevención
Correcto manejo nutricional en gestación, (no exceder de peso)
Manejo apacible de los animales.
Dietas de alta calidad energética y palatabilidad en maternidad.
Agua en calidad y cantidad.
Uso de promotores gluconeogenicos como niacina en las dietas de lactancia.