Estimado Profesor Luis Mesas muy interesante su artículo, muy técnico y fundamentado, gracias.
Una experiencia hace algún tiempo hice pruebas con un saborizante derivado de hidrolizados de hígado, en mascotas, probé diferentes cantidades de acuerdo a instrucciones del proveedor, pero, al parecer era tan bueno el saborizante que los perros comían en exceso incluso llegando a producirles exceso de deposiciones.
Obviamente hubo que disminuir la cantidad pero ya, a esa altura, las mascotas comenzaron a rechazar el producto.....
Por otra parte, en una planta de alimentos balanceados para vacunos, el formulador medico veterinario suspendió en algún momento ciertos saborizantes en algunos productos y, sin poder establecer una relación directa, ciertos productos fueron poco a poco siendo descartados de la venta y fabricación....entonces, cual es el punto de equilibrio con respecto a las dosis, respecto a las especies animales como mantener la aceptabilidad de los productos sin riesgo de cansar a los animalitos....es como si nosotros comieramos pan con mermelada todos los dias.....sería la misma reacción???...la estimulación con saborizantes es similar en animales que en humanos, puede haber una comparación..?
Agradezco sus comentarios, saludos desde Chile.
Estimado Luis Mesas y amigos foristas: En primer lugar, deseo felicitar a la gente de Norel, que se preocupa constantemente por el bienestar animal y obviamente por lograr también una mayor eficiencia económica de las empresas productoras de alimentos para animales y de los productores de los mismos. También a Luis por brindar un análisis detallado de los beneficios de utilizar apropiadamente estos instrumentos para lograr los mejores resultados.
Al Sr. Técnico de Jalisco pregunto: si su premisa de que no existen sabores es cierta ¿ como es que su empresa comercializa los mismos ? ¿ no es una paradoja ? y ¿ qué base científica tiene acerca de ésta premisa ? Me resultan contradictorias sus declaraciones, por lo que sería interesante se explayara en el tema.
Al Ing. Arancibia: tengo que coincidir en sus apreciaciones respecto al uso de saborizantes tanto en alimentos para mascotas como en bovinos y porcinos ( particularmente en edades tempranas ) tengo que lamentar asimismo la decisión aparentemente desacertada, según sus declaraciones, de un colega mío, que pese a su formación académica decidió ( probablemente por razones económicas) prescindir del uso de saborizantes en sus alimentos con el consecuente resultado negativo en sus ventas.
Respecto a su inquietud en relación al punto de equilibrio en el uso de saborizantes, ésto debe ser preocupación nuestra como profesionales de la nutrición animal para lograr los mejores resultados y respecto a si habrá algún umbral de apetencia/ repulsión, por supuesto que existe, y del conocimiento que el profesional tenga del tema dependerá el éxito del producto. Desde ya mis saludos cordiales a todos: Dr. javier Iharour De Sloover
Apreciados foristas, perdonad el retraso de mis respuestas a vuestras preguntas pero me ha sido imposible hasta ahora. Muchas gracias a todos por vuestra participación e inquietudes que hacen más enriquecedora nuestra visión sobre este tema.
Apreciado Sr. De Tecnología-Jalisco. Tiene usted parte de razón al asegurar no son sabores propiamente dicho (salado, amargo, dulce, acida y umami) ya que esto merece otro tratado. En el articulo me refiero a saborizantes en general, como usted sabe hay aromas que tienen un sabor que no corresponde a su olor por las sustancias que conforman su formulación, pero una gran mayoría si lo dan en función de dosis y concentraciones, como ejemplo le puedo citar el aroma de anís que da un sabor característico dulce, el aceite esencial de menta que proporciona dicho sabor y olor. La naranja, las especias (canela, clavo,....) etc. El efecto que dan estos saborizantes o aromatizantes es primero olfativo y luego retronasal una vez el alimento en la boca, que es cuando de produce la aceptación o rechazo del alimento. Debemos recordar que el número de papilas gustativas es diferente en cada especie. De ahí que debamos diferenciar claramente como digo en el artículo la palatabilidad del alimento y su apetencia.
Los saborizantes deben utilizarse para mejorar esos puntos y serán diferentes (lácteos, frutales, herbáceo, especiados, etc.) en función de las características y composición del alimento, la especie y la edad.
En cuanto a la rentabilidad, muchas veces se ve solo el coste del producto (y más en los tiempos que estamos) pero no el retorno de la inversión, y en la mayoría de los casos la utilización de los saborizantes es positiva. Un saludo
Apreciado Sr. Ramiro Gracias por su comentario. Veo que usted mismo ha podido comprobar la eficacia de los saborizantes en aquellos productos de difícil aceptación por parte del animal. En cuanto a que las vacas están aprendiendo nuestras costumbre, bueno en cierta manera los aromas que les damos tienen cierto antropomorfismo, hemos de pensar que los saborizantes están en el centro de un triangulo interactivo cuyos vértices son el fabricante de alimento, el ganadero y el animal, y por lo tanto ha de satisfacer a los tres. De todas formas el objetivo es la aplicación de los estudios de Palov sobre estimulo y respuesta. Un saludo
Apreciado Ing. Ignacio Arancibia Muchas gracias por sus comentarios, en respuesta a sus preguntas le puedo decir lo siguiente: 1-Las dosis dependen de la formulación del alimento, si bien el valor nutritivo es igual en la mayoría, cada fabricante tiene su propia formula y la procedencia de cada ingrediente puede ser diferente no solo en cada fabricante sino también estacionalmente. La aplicación de subproductos o medicamentos también influye, de hay que normalmente las dosis de los saborizantes tengan un arco amplio que puede ir desde los 50 gr/tm hasta los 1000 gr/tm en alimento terminado. 2-Sobre el riesgo de cansancio, debemos pensar que a cada especie se les suele dar aromas diferentes en cada etapa como puede ser un lácteo en preiniciación/iniciación y un frutal en iniciación/crecimiento por ejemplo. Lo ideal, creo yo, seria ir cambiándoles el saborizantes periódicamente, pero para ellos habría que hacer pruebas para confírmalo, De todas maneras aunque los resultados zootécnicos fueran buenos, creo sería inviable a nivel económico y de manejo. 3-Sobre la estimulación, las reacciones son muy similares a los humanos. Piense como se reacciona ante una galleta normal y una con sabor a chocolate por ejemplo. Digamos que los saborizantes para zootecnia se han inspirado en la industria de sabores para alimentación humana que fue la primera. Un saludo
Apreciado Dr. Javier Iharour Gracias por sus comentarios, veo que usted conoce muy bien los que significan los saborizantes, como complemento al comentario que hace sobre el umbral de apetencia/repulsión que hace referencia al Ing. Arancabia, puedo decirle que con las dosis que normalmente se emplean con los saborizantes es muy difícil que produzcan rechazos, si se producen suelen ser generalmente porque el saborizante no se ha dosificado lo suficiente para conseguir su objetivo o bien que este saborizante no sea el correcto.
Por otro lado hay que tener en cuenta que cuando hay un fuerte rechazo ante un alimento lo primero que hay que hacer es cambiar el saborizante porque el animal siempre identificara ese olor con una experiencia negativa. Pero como bien dice usted generalmente la última decisión en cuanto a dosis la tiene el nutrólogo que conoce perfectamente la composición de su alimento y la aceptación del mismo respecto al animal en su umbral de saciedad. Un saludo Apreciado Sr. Uldarico Muñoz Referente al tema que expone, le puedo decir que aparte de los ingredientes que cita en rumiantes, se están utilizando saborizantes tipo cítrico-naranja, y tipo fenogreco. En cuanto a caballos los saborizantes habituales son de manzana, anís y fenogreco. Un Saludo Luis Mesas Mora
Estimados foristas, un cordial saludo. Veo que el tema de saborizantes y aromas ha despertado mucho interés, y siempre ha sido así. Para mi tienen un costo beneficio inegable, he visto, en el caso de lechones, como un pienso sin saborizante es rechazado y el que tiene un sabor a coco.lácteo por ejemplo es consumido sin problemas. Esto es muy importante en estos animales y sobre todo en esta fase.
Estimada Luz María Anchondo Hernández, en el caso de aves y particularmente gallos no se usan saborizantes debido a la pocas papilas gustativa de estos animales, alrededor de 24, por lo que el consumo viene dado para por incentivarlo a traves de movimientos del alimento del tipo mecánico, puede ser con la mano. Saludos. Héctor Torrealba