Las expectativas que hemos tenido con las vacunas han sido muy altas, y por una u otra razón siempre nos han quedado a deber. No ha sido culpa de las vacunas, sino de nosotros, que las hemos colocado en una realidad virtual exagerada, influenciados por el excesivo marketing, y la necesidad de los productores de solucionar sus problemas clínicos y económicos. Sin embarg...