Hasta el día de ayer se había confirmado en nueve países (México, Estados Unidos, Austria, Canadá, Alemania, Israel, Nueva Zelanda, España y Reino Unido) la existencia de personas infectadas con el virus H1N1 de la influenza, y 12 países más tenían sospecha en individuos que presentaban síntomas característicos de esta enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó la alerta de pandemia a fase 5.
Mientras que la OMS ha alagado los esfuerzos que México está realizando con el objetivo de contener la enfermedad, organismos en otros países están criticando el hecho de que las autoridades mexicanas ya tenían conocimiento de personas infectadas con el virus H1N1 desde el pasado 15 de marzo y no dieron aviso a la OMS sino hasta la semana pasada, cuando el caso de muertes sospechosas por este virus se acercaba al ciento.
El temor de que el brote de influenza H1N1 genere una pandemia mundial está ya teniendo efectos negativos y podría reducir la demanda de carne de porcino en el mundo, lo que se ha reflejado en las proyecciones de precios en el mercado internacional.
Tanto la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) y la OMS de las Naciones Unidas, como los ministerios de Agricultura de México, Estados Unidos y Canadá, han declarado que el consumo de carne de porcino, así como sus derivados y productos elaborados usando esta carne, no presentan riesgo alguno de contraer la influenza H1N1 para los seres humanos. Sin embargo, muchos consumidores siguen con temor y están dejando de consumirla. En México ya se ha reportado una baja en el consumo de carne de porcino de 80%, y los productores piden no referirse a la influenza H1N1 como "fiebre porcina".
De igual manera, los gobiernos de varios países están tomado medidas extremas que se han considerado innecesarios por los organismos mundiales de salud humana y animal, y que en algunos de los casos han sido por causas puramente políticas entre los países con intercambio comercial de carne de porcino. China, por ejemplo, ha prohibido la importación de este tipo de carne proveniente de México y de Estados Unidos. Rusia cerró las puertas al porcino estadounidense desde inicios de esta semana. El gobierno de Egipto ha dado la orden de sacrificar todos los porcinos del país, un número aproximado de 300,000 animales.
Otros países que han prohibido la entrada del cerdo estadounidense a su territorio son: Tailandia, Ecuador, Honduras, Santa Lucía, Bahréin, China, Rusia, Kazajstán, Ucrania, Serbia, Croacia, Macedonia, Filipinas, Emiratos Árabes Unidos, Líbano e Indonesia. México, Japón, Corea del Sur y Canadá siguen abiertos al producto estadounidense.
Por otra parte, la empresa brasileña JBS-Swift ha experimentado una baja en sus acciones, mientras que las de Sadia se han visto beneficiadas en la víspera del aumento en el consumo de carne de pollo y bovino.
Ana Elia Rocha de McGuire es Editora de CarneTec (CarneTec.com)