Es bien conocido que un organismo sano tiene un mejor desempeño en relación a su capacidad genética y la buena nutrición. Esto es sobre todo notorio en las producciones intensivas como lo es la industria porcina.
Es habitual considerar la sanidad como la ausencia de enfermedad inducida por microorganismos patógenos reconocidos o substancias tóxicas como las micotoxinas. Sin embargo la salud dentro del concepto de productividad debe contemplar más que eso y verla a mi criterio como un “estado orgánico y fisiológico armónico donde los nutrientes proporcionados en la dieta son utilizados eficientemente para que el animal exprese su potencial genético”.
Es evidente que los avances en nutrición y el mejoramiento genético persiguen obtener los máximos beneficios para el productor, sin embargo el no lograr el máximo aprovechamiento de alimentos cada vez más caros para obtener la máxima expresión de la capacidad genética, también más cara, redunda en pérdidas o pobres beneficios.
Así es que observamos como en búsqueda de la salud nos apoyamos en el uso planificado de programas de vacunación o medicaciones antibióticas estratégicas. Los laboratorios productores de vacunas en sus centros de investigación y luego en el campo, han desarrollado cada vez vacunas más eficaces. Esto ha contribuido a disminuir la incidencia de algunas reconocidas patologías. Si embargo es un hecho que en algunos casos se observa no solo la aparición de enfermedades sino bajos desempeños productivos aún en ausencia de patología evidente y contando con buena nutrición y genéticas mejoradas.
Las investigaciones que se realizan en el mundo, unas identificando patologías específicas reconocidas o nuevas, otras en el medio ambiente, los alimentos, etc., tienen algunos elementos en común. Básicamente estos elementos están relacionados con el funcionamiento del sistema inmune (SI). Y cada vez es más evidente que, independientemente de la presencia o no de agentes específicos, la función alterada del sistema inmune limita la productividad. Esta alteración puede ser básicamente de dos formas: Exceso o deficiencia.
Laboratorios Calier ha realizado investigación en inmunomodulación en las distintas especies animales de interés zootécnico, teniendo estudios tanto de laboratorio para comprender los mecanismos celulares y de biología molecular que intervienen al administrar a células de SI mantenidas en medios artificiales los inmunomoduladores desarrollados (Inmunair, Inmodulen), así como en desafíos experimentales y de campo en los animales vivos, aves, bovinos, porcinos y caninos.
Más recientemente tuvimos oportunidad de conocer trabajos realizados por el Dr. Carlos Piñeiro en la evaluación de la proteína de fase aguda del cerdo Pig-MAP, donde demuestra que cerdo con niveles mayores de Pig-MAP presentan mas pobre desempeño, que muchas granjas porcinas de estatus sanitario bajo también presentan también niveles superiores de esta proteína. Esta proteína se considera un marcador biológico y su elevación es un indicador de activación del sistema inmune que puede ser por estrés social, ambiental y/o infeccioso o con potencial para invadir el organismo, en general conocido por sus efectos como “Estrés Inmunológico”.
Trabajos como los del Dr. Piñeiro y otros realizados en distintos lugares en el mundo (Incluida Guatemala), orientan a concluir que la activación regular del SI en este particular, del cerdo, conduce por un lado a desviar recursos nutricionales a otras finalidades que no son la producción, interfiriendo además con el buen desempeño de las superficies mucosas encargadas de la absorción de los nutrientes o eliminación de tóxicos, y por el otro al aparecimiento de algunas patologías del tipo del “Síndrome multisistémico de desmedro post destete” relacionado al Circovirus Porcino tipo II (PCV-2), otras como Estreptococcus y Actinobacillus suis, y Haemophilus parasuis.
La conjunción de la línea de investigación del Dr. Piñeiro con la que Calier ha desarrollado ha encontrado algunas respuestas que permiten comprender, que los efectos inmunomoduladores que obtenemos con la administración del Inmunomodulador (vía parenteral y vía oral) son importantes para que el organismo responda de manera adecuada a estos estímulos del SI inherentes a los sistemas de producción, esto se logra manteniendo el balance entre los distintos componentes del sistema inmune, y por tanto el contenido nutricional de los alimentos pueda integrarse mejor a los procesos metabólicos o de formación de tejidos relacionados con la productividad. La Inmunomodulación es entonces sinónimo de promoción de la producción.
Así es que actualmente disponemos de la técnica para establecer los períodos críticos o de estrés inmunológico (Pig-MAP) y de la inmunomodulación para contrarrestarlo, permitiendo a la vez buscar cambios en el manejo o la medicación orientados hacia el caso particular.
Ya en 1996 dentro del marco del IPVS realizado en Bologna, Italia (Ducha et al.), se presentó los efectos sobre el cortisol (test de estrés) de la administración de nuestro inmunomodulador a cerdos sometidos a estrés. Se puede observar un descenso más rápido a la normalidad en los cerdos tratados vrs. los no tratados. El cortisol es un corticosteroide producido por el organismo que se eleva en situaciones de estrés, primeramente como una medida de sobrevivencia pero niveles elevados o mantenidos por mucho tiempo afectan el desempeño del sistema inmune.
Las situaciones de estrés además de afectar por si mismas zootécnicamente como se ha visto y demostrado por el Dr. Piñeiro, también favorecen el aparecimiento clínico de algunas enfermedades como se menciono anteriormente. Desde que en 1996 en Canadá los Doctores Harding y Clark, acuñaron el término Síndrome multisistémico de desmedro post-destete (del inglés, postweaning multisystemic casting syndrome, PMWS) esta entidad ha venido cobrado mucho protagonismo y en particular el agente causal el Circovirus porcino tipo II, PCV-2.
Lo que durante mucho tiempo fue motivo de controversia es que la sola presencia del agente en el cerdo no es suficiente para la manifestación clínica de la enfermedad. Se habla de componentes genéticos de susceptibilidad. Sin embargo todo gira alrededor de la severidad, frecuencia y en todo caso susceptibilidad al “Estrés Inmunológico”.
Los beneficios de manipular el SI inmunomodulando se pueden apreciar en la siguiente prueba de campo realizado en España. En Guatemala también se ha usado con éxito con el mismo fin aunque sin vacuna de Aujesky ya que no se vacuna contra esa enfermedad por estar ausente la misma en la piara guatemalteca.
Características de la granja:
- Capacidad: 4,500 plazas.
- Nave “vagón de tren”, con 20 salas de 225 cerdos.
Control medio-ambiental:
- Dos extractores en la cubierta y ventanas reguladas automáticamente según temperatura.
- Alimentación “ad limitum” con tolva de dos agujeros y bebederos tipo cazoleta.
- Silo y distribuidor de pienso individual por sala.
- Fosa de purines individual vaciada entre lotes.
- Fosa de purines general central.
Origen de los animales:
- A: Origen conocido don una patología determinada. Peso de entrada 17-18 Kg.
- B: Propios o de granjas colaboradoras. Peso de entrada 16-17 Kg.
Pauta de entrada:
- Alimento medicado durante 15 días con antihelmíntico y un antibacteriano de amplio espectro.
- Vacunación de Aujesky durante la 1ra. semana de cebo y revacunación tres semanas después.
Proceso patológico:
Aparece al mes de entrada, animales desmedrados, caquécticos, con disnea y muerte final. A la necropsia se observa neumonía intersticial, petequias en pulmón, úlceras gástricas terminales. Mortalidad durante los dos primeros meses alrededor del 9%.
Respuesta negativa frente al tratamiento con antibióticos, mayor problema en los de origen “A”.
Diagnóstico, Circovirus Porcino y PRRS.
Tratamiento:
- Vacío sanitario.
- Aplicar inmunomodulador conjuntamente con la aplicación de la segunda dosis de Aujesky, a las tres semanas de entrada de los animales a la granja.
- Importante una semana antes de que aparezca la patología.
Resultados:
*P<0.00001
En el grupo “A” los cerdos tratados con el inmunomodulador presentan un 58% menos de mortalidad que los no tratados. En el grupo “B” los cerdos tratados presentan un 20% menos de mortalidad que los no tratados.
El índice de conversión es menor en ambos grupos, en los cerdos del grupo A y B que recibieron el tratamiento del inmunomodulador.
A lo largo del artículo hemos tratado el valor de buscar la “optimización del sistema inmune”, claro está sin descuidar los principios reconocidos de manejo que deben velar por el confort y bienestar de los animales que por si mismos aportan substancialmente hacia ese propósito. El sistema inmune juega un papel preponderante en la calidad de vida y productividad de todos los organismos evolucionados, trabajemos con el.
BIBLIOGRAFÍA:
APLICACIÓN INMODULEN EN GRANJA INFECTADA POR CIRCOVIRUS. Josep Soler. ND.
EFFECTS OF INDUCED STRESSES ON PRODUCTIVE PERFORMANCE AND SERUM CONCENTRATION OF ACUTE PHASE PLASMA PROTEINS IN GROWNING-FINISHING PIGS. Piñeiro, C., et al. (2001).Annual Meeting of American Society of Animal Science, J. Anim. Sci. Vol 79, suppl, 1 pag 157.EFFECT OF STRESSORS ON SERUM CONCENTRATION OF ACUTE PHASE PROTEINS AND PERFORMANCE IN PIGS. Piñeiro, C., et al. 2003. Annual Meeting of American Society of Animal Science, Vol. 81, Supl. 1, p. 157. Phoenix-USA.
PRODUCCIÓN DE CORTISOL EN CERDOS ESTRESADOS; DISMINUCIÓN DE LOS NIVELES POR LA ADMINISTRACIÓN DE UN NUEVO INMUNOMODULADOR. Ducha, J., et al. 1996. IPVS. Bologna. Italia.