Gustavo Romero
29 de marzo de 2007
Querido José:
Desde luego que hay veces en que no hay más remedio que utilizar la violencia, y esto no lo discuto, pero lo que debemos tener en cuenta es que el caballo nos ha de respetar y no temer, las caricias y las buenas maneras no tienen por qué estar reñidas con el liderazgo. Lo que sí pienso es que es preferible cortar una mala reacción antes de que se produzca, con ello nos evitaremos enfados y acaloramientos innecesarios; el carácter del caballo también influye notablemente, de hecho yo personalmente pienso que los caballos con mas carácter son los que mejor se doman, y a la hora de ponerles la montura, el caballo ha de estar rendido a la voz y con el respeto necesario a su domador, cuestiones que no se ganan en un día. Son métodos de trabajo en progresión, y nunca se pasa a un aprendizaje nuevo hasta que los anteriores estén bien asimilados; la técnica es sencilla: está basada en la repetición diaria de una tabla de ejercicios, al paso, al trote y al galope, los cambios de mano, y cuando hayamos conseguido esta rutina la iremos alargando en los tiempos de trabajo. Posteriormente iniciará el ensillado, con un cinchuelo de doma, así también practicamos con el sobado, o acariciado, una técnica de fácil manejo que es sóbarle con un plástico, con lo que conseguimos que este animal se acostumbre al ruido del plástico y a su contacto, pues por lo que he visto es un material que les da miedo natural, y tienden a botarse cuando aparece alguno flotando en el aire. Luego, a la hora de ponerles la montura, lo primero que hago es que el caballo la huela, bien y una vez que la ha olido, se la empiezo a restregar por el cuello, varias veces hasta que por fin se la coloco en el lomo, desde luego siempre pendiente de las reacciones del animal, el cinchado ya lo tenemos preparado desde que empezamos a utilizar el zinchuelo, por lo cual no nos dará problemas.
En cuanto a lo de que el caballo se acula, esto puede ser debido a que se rehuse al trabajo, por lo que hemos de pensar que en algo anterior hemos fallado. La corrección: no queda otra que cortar de raíz cualquier intención de hacer un paso atrás si no se lo hayamos pedido, la corrección no puede ser otra que con la fusta; un solo fustazo en la grupa y a la vez le azuzamos con los pies. Esto hay que cortarlo de raíz, no lo dudes, no des pie a que dé varios pasos hacia atrás, no hay nada más peligroso que un caballo que ande hacia atrás por resabio, pues éste puede caer por cualquier precipicio, es uno de los resabios que más graves consecuencias puede tener. La otra razón por la que puede producirse este tipo de protesta es porque la presión del hierro que tengamos sea excesiva para la boca del animal y su forma de defenderse sea recular: revisa el hierro y comprueba la presión que le estás mandando a la boca, puede ser por un exceso de tensión en la cadena, o porque el hierro tienen mucha palanca, o porque la mano del jinete es muy dura. Como consecuencia el resabio es el mismo, pero has de tener en cuenta que si influyen en éste las herramientas o la mano de jinete, también has de corregir esto, porque si no el caballo lo seguirá haciendo por mucho que le golpes en la grupa.
Bueno, estas son mis explicaciones, y yo no les doy galletas a los caballos, el azúcar no es bueno para los animales, es preferible darles pienso, o grano de cereales, y siempre cuando acabo de trabajar con el caballo lo ducho y reviso sus extremidades, y procuro que se quede tranquilo y confiado, el último recuerdo ha de ser siempre agradable, por mucho que le hayas trabajo o pedido, este último recuerdo es importante, para empezar con buen pie al DÍA siguiente.
Un cordial saludo desde España.
Gustavo Romero