26 de marzo de 2008
Estimado Nolición.
Antes que nada, agradecerle el tiempo que ha dedicado a escribir su articulo. No dudo que lo ha hecho con la mejor de las intenciones y que seguramente usted cree en su método y en sus afirmaciones, pero no puedo dejar pasar ante mi pantalla una serie de ataques hacia una técnica y una profesión que vienen avalados por largos años de éxitos.
En principio no deseo convencerlo a usted ni a ningún forista de que abandone ni abrace ninguna técnica, sea el herraje o sea el barefoot. En mi trabajo de herrador ofrezco servicios de mantenimiento a caballos descalzos, amen de todas las técnicas de herraje. La discusión herrado-descalzo no me coge de nuevo, y reconozco que todo el mundo, incluidos mis clientes tienen el derecho de elegir y de equivocarse. Yo me limito a explicarles los pros y los contras de cada eleccion, y ellos eligen. Por tanto, no tome mis palabras ni como un ataque personal contra usted ,sino mas bien una refutación a su método. Simplemente trato de aclarar o matizar ciertos puntos en los que usted se equivoca o los obvia.
Los elementos de su articulo no son nuevos para la mayoría de los herradores. En realidad no hace sino compendiar los mismos manidos y equivocados argumentos con que los Barefoot norteamericanos nos vienen bombardeando desde hace años. Sabido es que los USA son expertos en vender el paquete completo del marketig “hágalo usted mismo”,y en el fondo de la cuestión el Barefoot no es mas que uno de tantos paquetitos completos destinados a que las personas novatas del mundo del caballo tomen algún curso, compren algún libro o alguna cabezada con la que ellos mismos puedan domar a su caballo o ahorrarse el dinero del herrador. Sin ir mas lejos, en su articulo omite deliberadamente las condiciones necesarias que la propia doctora Strasser exige para que los caballos puedan desenvolverse con naturalidad estando descalzos. No dice en ningún momento que han de ser revisados cada pocas semanas por un especialista (a ser posible certificado en alguno de los cursos de los gurús del Barefoot o sus delegados).No explica que se han de cambiar drásticamente el modo de vida del caballo, siendo obligado que recorra una distancia igual o superior a los 25 km diarios, que ha de vivir en libertad en un campo con piedras, etc etc, cosa en todo punto imposible para la gran mayoría de los caballos domésticos. Usted simplemente avisa de que cada caballo necesita un periodo de transición, sin mencionar tampoco que en ese periodo de transición el animal debe de llevar unas botas especiales y que durante ese periodo de transición es muy probable que se le formen abscesos en la palma, cosa que sin duda le impedirá todo tipo de servicio.
Permítame que refute alguna de sus ideas. Su articulo empieza con una serie de datos históricos o mas bien pseudo históricos en los que toman como argumentos fehacientes datos que pertenecen al mundo de la imaginación. Da como ciertos y probados datos que jamás han sido probados en ningún estudio científico. Las tradiciones de los hititas no pueden ser tomadas en serio cuando se quiere probar una teoría científica ni se puede sesgar la historia o los conocimientos históricos para reforzar un argumento. Las teorías científicas se demuestran con estudios serios y rigurosos, cuyos experimentos pueden ser reproducidos en todo momento. Lo demás, invocar a autores antiguos y personajes desconocidos es tanto como decía Quevedo “Hicieron sus curas a cuarenta leguas de allí, estando al servicio de un señor que ha cuarenta años que murió”.No me hable de los romanos, hábleme a partir del siglo XIV que es cuando el caballo como motor del desarrollo despega, y desde donde hay estudios realizados por los científicos serios del momento.
La mayoría de los datos que la doctora Strasser presenta son datos sesgados, incompletos y manipulados hábilmente. Algunas de las aseveraciones anatómicas no son reales o están exageradas. Suponer que el casco ejerce una función bombeadora de sangre es tanto como decir que cada vez que yo me rasco la oreja estoy ayudando al retorno venoso. Son cosas que teóricamente pueden ser ciertas, pero en la practica no lo son en absoluto.
Todo el elemento teórico en que se sustenta el método de Barefoot se basa en la observación de MALOS HERRAJES hechos por MALOS HERRADORES. En esos casos, nadie puede negarle que un caballo esta mejor descalzo que mal herrado, pero eso no es justificación para decir que la herradura es dañina para el caballo, hasta el extremos de “producir caspa y provocar fallos renales y cardiacos”(Strasser dixit).Un buen herraje, es decir ,un herraje basado en los principios científicos y realizado por un herrador competente, no solamente no es malo para el caballo, sino que es altamente beneficioso, bien evitando el desgaste del casco, bien corrigiendo desequilibrios en el reparto de cargas o bien coadyuvando a la recuperación de enfermedades del casco.
Para los cientos de casos que usted o los barefoot me puedan presentar acerca de cómo al quitar las herraduras a un caballo horriblemente herrado, este se recupero felizmente, yo puedo mostrarle miles de casos en los que el herraje ha permitido, no solamente que caballos que por su raza o selección eran débiles de cascos y han podido trabajar sin problema, sino que caballos en libertad que presentaban infinidad de problemas han podido sobrevivir y trabajar felizmente gracias a la acción beneficiosa de un correcto herrado.
Y es que en la elección de los casos es donde esta su fuerza argumental. El barefoot se sostiene con dos premisas fundamentales, que en el mundo hay malos herradores y que los herradores buenos están demasiado ocupados para dedicarse a contraargumentar cualquier fantasía pseudo científica. Los postulados de la doctora Strasser ha sido desmontados una y otra vez por científicos serios, y no quisiera entrar en el caso de que la propia doctora Strasser ha sido perseguida judicialmente por maltrato animal. De hecho, sus sucesores ya se curan en salud a la hora de pregonar los milagrosos efectos de su método.
Vuelvo a insistir en lo de los malos herradores. Desde que se inventaron las herraduras se han venido herrando caballos sin problema alguno. En mi ya larga experiencia de herrador he podido herrar caballos durante toda su vida, sin que hayan manifestado el menor problema. Me atrevo a jurar que los caballos que Daniel Anz hierra no presentan problemas como los que los barefoot muestran para argumentar sus tesis. Y es que ,señor Nolición, el herraje de los caballos, cuando se realiza correctamente y de acuerdo a los mas sólidos principios, no es un mal necesario, sino que ni siquiera es un mal, puesto que no tiene efecto nocivo alguno ni para el casco ni para la salud general del caballo. De lo que nadie tiene la culpa es que los buenos herradores no abunden en demasía.
No se puede generalizar de una manera tan descarada y aseverar que los millones de caballos que en el mundo han sido, son y serán, están mejor sin herraduras. El mundo es muy grande y lo que en unas zonas es valido, en otras no lo es tanto. Quizás las pampas argentinas sean suaves con el casco de los criollos o las praderas de Alabama permitan que el caballo vaya sin herraduras. La evidencia del día a día me dice que en España eso no es posible, ni en todos los caballos, ni en todos los terrenos ni en todas las actividades. Puedo mostrarle como se queda una herradura tras 120 km de una etapa de Raid o Endurance y hablamos de si ese caballo hubiese podido terminar la carrera sin herraduras. Tal vez entonces pasaríamos a discutir si un caballo de salto tiene el mismo poder de tracción en sus manos con herraduras o sin ellas, y si puede abordar un recorrido de grupo I estando descalzo. Podemos hablar de cómo un bretón o un shire de una tonelada de peso y un casco de 26 cm de ancho puede tirar de un carro o un arado sin que se quede cojo por no llevar herradura.
Algunos herradores estamos esperando por las evidencias tangibles de las pruebas deportivas que han ganado caballos descalzos, o por los resultados reales de cómo han quedado esos caballos tras el periodo de adaptación. Por desgracia, no se nos ofrecen datos evidentes y contrastados, sino toda una serie de afirmaciones demagógicas, como que todos los caballos podrán ir descalzos en todo terreno, o que si se les preguntase a los caballos estos preferirían ir descalzos. Esto cuando no se nos acusa a los herradores de estar en contra de este método pues puede poner en peligro nuestro trabajo.
Como le dije, en mi trabajo oferto el servicio de mantenimiento de cascos descalzos, y créame, me es mucho mas gratificante que el herrar, pues con menos trabajo y menos inversión en material, gano mas dinero. Nada me impide legalmente a ejercer de recortador de cascos en mi pais. Nada me gustaría mas que ofrecer a mis clientes una técnica que funcionase, pero no puedo, porque no esa técnica no existe. Son muchos los caballos que he tenido que curar porque sus dueños se empeñaron en dejarlos descalzos en contra del criterio del veterinario y del herrador, y muchos propietarios han pagado en dinero, en la salud del caballo y en su rendimiento deportivo, la ligereza a la hora de asumir teorías basadas en la demagogia, el sectarismo y la manipulación de los datos científicos. Yo no niego que algunos, e incluso muchísimos caballos pueden realizar su trabajo descalzos, pero de ahí a aseverar que TODOS los caballos pueden hacerlo, y sobre todo, culpar a la herradura de los males del caballo, es demasiado para muchas tragaderas.
Yo no pretendo convencerle a usted ni a nadie, y le agradezco su esfuerzo en el desarrollo de su articulo y de sus aportaciones, pero en todo su articulo no he encontrado ninguna prueba científica de lo que intenta demostrar. Solamente rescato como valido, su aserto final de que cada uno saque las conclusiones que crea convenientes y pueda decidir que es lo que hace con su caballo. Uno de los derechos inalienables del hombre, es sin duda el derecho a Errar, es decir, a equivocarse por no Herrar.