Castración de vacas.
Muy interesante artículo en especial para los que dentro de la “ganadería” se han dedicado a la Veterinaria y nos deja ver que andamos un tanto atrasados en el manejo de nuestros ganados. Nos hace ver que la necesidad de la castración de hembras no es necesaria siempre y cuando los ganaderos sigamos una secuencia de los parámetros a seguir en la producción animal.
El primer parámetro a seguir es del reconocimiento previo, para determinar si el tracto reproductivo está en condiciones de ser de una vaca de alta productividad. Una vez que reciben el visto bueno para el servicio, se le debe escoger cuidadosamente al Reproductor que le convendría.
Previamente debemos mirar al calendario para hacer el servicio cuando se encuentren en una Condición Corporal óptima, arriba de 7 en puntaje del 1 al 9. Recordemos que la necesidad de la mejor nutrición para la vaca es durante 6 meses de cada año. Tres meses antes de parir y tres después de parir. Por lo tanto escojamos los 6 meses seguidos del año cuando después de pesar nuestro ganado de carne. Los primeros tres meses son cuando el gestante desarrolla el mayor porcentaje de peso con el que va a nacer y los siguientes 3 meses son para darle leche al ternero que ya nació, la vaca se recupere y arregle el establecimiento para iniciar otro futuro parto. Está de más decir que se debe conocer cuando es la Fecha Esperada de Parto. Hoy en día hay instrumentos que no maltratan en absoluto a la hembra. Nos permite estar preparados para ayudar un parto demorado y evitar mortalidad en terneros aún después de 4 meses de nacidos.
Las vacas que primero deben ser descartadas son aquellas que repiten el celo, ya pasan los tres años de edad para nuestro medio y no son constantes en sus partos. También deberían descartarse todas aquellas que aunque estén recién preñadas, tengan problemas de patas, ubres etc. que puedan ser motivo de una madre deficiente para criar un ternero.
Beverly y Sprot Muestran el efecto positivo de la palpación anual sobre el incremento de la preñez en 7 diferentes rebaños y de un trabajo no publicado, de los doctores Sprott y Carpenter en 1994.
Tabla 3. Efecto de la Palpación de Preñez y Descarte de las Vacas Subfértiles en el incremento de la Fertilidad.
Porcentaje de Preñez por Años
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1º |
2º |
3º |
4º |
5º |
Rebaño |
|
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1 |
75 |
97 |
96 |
93 |
98 |
2 |
64 |
56 |
84 |
89 |
- - |
3 |
59 |
66 |
79 |
92 |
85 |
4 |
85 |
90 |
94 |
- - |
- - |
5 |
82 |
92 |
93 |
93 |
- - |
6 |
74 |
76 |
86 |
94 |
98 |
7 |
49 |
89 |
92 |
89 |
89 |
Sprot y Carpenter, 1994 Información no publicada y presentada por everly y Sprot.
Observemos que ellos se refieren a las vacas sub. fértiles como las que deben descartarse y no se refieren a las infértiles que obviamente no deben existir en un rebaño.
Recordando todo esto, tengamos en cuenta que la alimentación de un rumiante se calcula en base a la materia seca que contiene, de acuerdo al peso vivo del animal. Cuanto mas pese mas ración necesita y lo peor es, que la mayor parte de lo que come lo utiliza para mantener su propio peso y la menor cantidad para ganar peso. Esto hace que una vaquilla o torete aprovechan mejor lo que comen, para realmente ganar peso. Una vaca que ha entrado a servicio con una buena Condición Corporal está en condiciones de irse al camal sin mayor costo y que ya no gana un peso significativo pues por la edad ya tiene peso de adulto.