CULTURA EMPRESARIAL GANADERA
6 de noviembre de 2014
El caso del señor Goyo es uno entre millones (hablando de la ganadería mundial). Es un caso que representa, creo yo, a la mayoría, a la masa crítica, pues los que son grandes terratenientes son minoría, los pequeños y medianos productores son el grueso mundial. Y en mi opinión personal (porque respeto y trato de aprender de las de todos los demás por lo cual considero todas las opiniones válidas y meritorias de análisis, evaluación y consideración), creo que no hay que mirar el vaso medio vacío (verle mil problemas a la solución), sino que hay que ver el vaso medio lleno (verle mil soluciones a cada problema), y por eso yo me autodefino como uno de los que ven el vaso medio lleno... En el mundo hay tres clases de personas: aquellas a las que les pasan las cosas... aquellas otras a las que ven pasar las cosas... y aquellas que hacen que las cosas pasen... Yo quiero, y trabajo todos los días, para hacer que pasen cosas, pero no cualquier tipo de cosas, sino en lo posible solo cosas buenas.
Por eso, pongo a reflexión lo siguiente: Solo en Colombia, donde las familias dedicadas a la ganadería en todo el país son aprox. 1/2 millón (poco menos de 500.000 familias en total), cerca de un 50% de ellas tienen menos de 10 Ha (o sea aprox. 250.000 familias). Toda la vida han vivido de lo que sus fincas producen, y hoy aún lo siguen haciendo, a pesar de las "mil" dificultades que puedan estar afrontando. Y puede que estén al borde la quiebra, no es de negar, porque tenemos un país que no le quiere apostar al campo, o tal vez no le quiere apostar al pequeño productor. No tenemos en Colombia una política agropecuaria en la que el estado sea socio con el productor (como lo hace por ejemplo Australia); nuestros gobiernos, y aún los gremios, consideran que las ayudas para el productor deben ser a través de créditos, y así entonces el gobierno se convierte en un prestamista, no en un socio. En consecuencia, aquellos productores que quieran recibir ayudas del estado solo la pueden recibir si acuden a créditos, y lo que les termina ocurriendo es lo mismo que a la mayoría que piden dinero prestado en bancos, que en vez de pagar la deuda y salir del problema, terminan es "abriendo un hueco para tapar otro" y envueltos en una bola de nieve que comienza pequeña (crédito de bajo costo) y termina arrasando con todo (deuda sin pagar, con intereses acumulados, tierra hipotecada y al final rematada por el prestamista quien recupera lo invertido sin importar si al que le prestó se quedó en la calle). Yo respaldo al gobierno de mi país, a pesar de que soy apolítico, pero respeto a mis autoridades y trato de ser solidario con ellas, sin embargo, estoy en pleno desacuerdo con este tipo de políticas que antes que ayudar a los productores a salir de sus problemas terminan agravandolos.
No es pues lógico que un productor caiga en la trampa de los créditos, porque si su negocio marcha mal, entonces nadie con un mínimo grado de inteligencia va a querer invertir en su negocio. Y el negocio de la ganadería no marcha mal porque el negocio sea malo en sí mismo, sino porque no está siendo bien administrado. Y esto no solo pasa en la ganadería. Un ejemplo análogo: En mi barrio abren dos panaderías, una casi al frente de la otra. Las dos panaderías venden prácticamente lo mismo, pan fresco, galletería, repostería, etc. A la vuelta de unos meses, una panadería quiebra, y la otra tiene éxito y de hecho crece y se expande. Pregunto: ¿Por qué una si pudo tener éxito y la otra no? si era el mismo negocio, en el mismo barrio, para el mismo público, etc. Porque una de ellas tuvo algo que la otra no, para atraer a sus clientes, y eso fue, una mejor administración.
Vuelvo a la ganadería: Y aquí les comparto una de mis premisas o máximas "La ganadería NO va a desaparecer, desaparecerán los ganaderos que no administren bien sus empresas ganaderas".
Respeto a todo aquel que como mi paisano René Solis piensan que todos los ganaderos van a quebrar en algún momento, incluyendo a los que hacen PRV que según René serán los últimos. Pero en mi opinión personal esto no es cierto. La ganadería produce un alimento que es irremplazable para abastecer a la humanidad, es decir, la ganadería es imprescindible para la SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL. Por esta razón, la ganadería existirá siempre. Lo que dejará de existir son los productores que no sepan administrar su negocio, y esto implica irse ajustando a las necesidades de la humanidad, lo que cambia con cada nueva generación. Esto va a sonar duro, pero es real: Solo se van a quebrar los ganaderos fracasados, tercos y necios en insistir en hacer una ganadería como la hacían los bisabuelos, abuelos y padres. Uno no hace negocios mirando hacia atrás, uno administra su negocio mirando hacia el futuro, y acomodándose a las tendencias. No solo en ganadería sino en cualquier negocio. Allí es donde personalmente creo que está la clave para ser SOSTENIBLE en el largo plazo.
Vuelvo al caso del señor Goyo, para decir que en 14 Hectáreas SI se puede hacer ganadería, y SI se puede ser sostenible en el largo plazo. Probablemente en algún momento el señor Goyo comprenda que "una sola golondrina no indica que ya esté cerca el verano", y tomará la decisión de asociarse a otros productores para que entre todos produzcan un volumen de alimento que les permita tener mayor poder de negociación; sin embargo, si esto no ocurre, aún puede el Sr Goyo ser exitoso, porque si tan solo produce en las 14 Ha alimento para él y toda su familia, y hasta para algunas familias más vecinas de su granja, entonces él estará aportando a la SEGURIDAD ALIMENTARIA de su comunidad y su país, y esto será suficiente ÉXITO. No todos los ganaderos tienen que producir leche y carne para la industria y/o para las multinacionales. En el futuro tal vez los negocios vuelvan a ser como en el principio, donde por cuestiones de costos y competitividad terminemos haciendo "trueque" con los vecinos. Eso todavía no es del todo previsible, pero tampoco está salido del contexto global.
Así pues, que si el Sr Goyo (y todos los pequeños y medianos productores que se identifiquen con el caso del señor Goyo), hiciera un PRV silvopastoril en sus 14 Ha, aún cuando esto no le impedirá afrontar temporadas muy difíciles (por problemas agroambientales y/o socio-económicos), le aseguro que será un productor exitoso, y NO un fracasado. Y solo va a quebrar si no lo administra bien, pero eso no es problema de la ganadería sino de su administrador.
En cuanto a aquello de que si es bote a remos o barco, difiero. Porque aún si se tratase de una ganadería pequeña, juntando tierra, recursos, herramientas, ganado y demás, hay un negocio en el que se han invertido millones. Yo no miro a ninguna ganadería entonces como un bote a remos. Me parece que por pequeña que sea la ganadería es una EMPRESA (equiparable a un barco). Y si los marineros de mi barco no sueñan con ir a los siete mares, sencillamente no me sirven. Necesitamos empleados, aún en las pequeñas ganaderías, que sueñen con el mismo proyecto que vamos a implementar o de lo contrario se la van a pasar haciendo trabajos mediocres y no vamos a llegar a la meta.
Insisto en que no seamos profetas del desastre... No le veamos mil problemas a la solución, y más bien busquémosle mil soluciones al problema!