7 de diciembre de 2011
Estimado Luis Yepez, es un gusto saludarlo, muchas gracias por su aporte.
Comparto totalmente su comentario y, si me permite, reafirmaré algunas cosas para agregarle valor.
Hoy en día existe una gran cantidad de técnicas basadas en el manejo natural y se encuentran al alcance de cualquier persona. Son realmente necesarias para los herradores también. Ahorran mucho tiempo y disminuyen los riesgos físicos, además de lograr un entendimiento de por vida con el caballo / paciente.
Personalmente, como herrador, he procurado aprender de varias personas que se dedican a su enseñanza en diversos países y los resultados en mi trabajo diario son siempre positivos.
Actualmente, el uso de medios agresivos para inmovilización pueden ser reemplazados con sólo tener la voluntad de hacerlo.
No obstante, en determinadas situaciones, como herrador, continúo utilizando el bozalejo. Si bien muy poco, hay casos donde presta mucha utilidad.
Debo reiterar que, correctamente utilizado, de forma racional, no perjudica al caballo ni crea malos recuerdos, ya que se lo debe tomar como medio de enseñanza para luego no utilizarlo más. Y sólo en caballos adultos. No lo utilizo en potrillos porque para potrillos existen técnicas naturales que en pocos minutos el animal puede permanecer dócil por propia elección, basada en la confianza y liderazgo, y es para siempre.
En caso de padrillos o sementales mansos pero nerviosos, el bozalejo es muy bueno, ya que, sin causar dolor, el animal se queda tranquilo. Cabe recordar que el bozalejo se coloca suelto, sin tensión.
En caballos totalmente agresivos y peligrosos, por traumas anteriores, ajenos al herrador, también presta utilidad, porque se lo utiliza como una herramienta que es usada en espacios que no siempre son un corral redondo o un piso donde se puede manejar al caballo naturalmente.
Considero que no es el mejor método, inclusive para esos casos que he mencionado, pero, por el momento, sirve como medio para dejar de utilizar la mordaza (que sí causa mucho dolor) hasta tanto todos, incluyendo a los propietarios responsables del amanse de los potrillos, utilicen técnicas de amanse natural, basadas en el puro entendimiento de la conducta del caballo como presa, con relación al hombre como predador.
Los herradores no siempre tienen el deseo de amansar, y se entiende porque se dedican a otra cosa. Por lo tanto, no es responsabilidad de ellos el amanse del caballo. Aunque hay casos que los caballos son mansos y el herrador, por desconocimiento del manejo del caballo dentro de su propio oficio, le genera mañas y trastornos que antes no tenía. Esto se debe a que pretenden trabajar apurados en caballos que requieren calma y a falta de capacitación sobre cómo se debe tratar un caballo para obtener de él reacciones positivas.
Aunque no se utilice el manejo natural para amansar caballos, sí es de utilidad para el manejo normal del herrador, dentro de su oficio específico.
Ocurre que muchas personas, aún, utilizan el bozalejo de forma incorrecta, dando lugar a pensar, con mucha razón, que es un medio que causa trastornos y dolores en el caballo.
Lamento no poder lograr un seguimiento de cada caso para que ello no ocurra. Tampoco considero mi responsabilidad que ello ocurra.
Mediante las letras del abecedario se pueden formar buenas como malas palabras, y no es responsabilidad de quien inventó el abecedario que se escriban aquellas malas.
A pesar de saber que muchas personas todavía hacen un uso indebido del bozalejo, continúo pensando que será un paso necesario para erradircar la mordaza. Dicho de paso, en muchos países desarrollados, se muestran en contra del bozalejo pero usan a diario la mordaza. Es sólo porque desconocen la forma racional de usarlo.
Hay que recordar que, el bozalejo, no es un medio para desquitarse con el caballo ni para castigarlo de forma desmedida con el mismo. Es sólo una herramienta que, utilizada de forma racional, con fines de enseñanza, permite obtener un caballo dócil de forma casi inmediata en un espacio, a veces, reducido.
Aprender a utilizarlo de forma racional es responsabilidad de cada persona que haga uso del mismo.
Comparto con usted, estimado Luis, que cada herrador debería destinar tiempo a capacitarse en el manejo natural del caballo. Personalmente, me ha permitido resolver la mayor cantidad de casos sin generar trastornos en el caballo y cuidando mi integridad física.
Le envío un cordial saludo.